Parecía saber Carmelo Anthony que iba a ser una noche de fiesta para los New York Knicks. Los jugadores de Derek Fisher iban a cerrar el 2015 en el Madison divirtiendo, y ganando, ante sus espectadores. Quizá por eso, el alero se mostraba desenfadado al comienzo del choque jugando con un joven fan. Luego, se saldría con 24 puntos, convirtiéndose además en el anotador histórico número 32 de la NBA. Además, fue decisivo para romper la racha que traían los neoyorquinos de cuatro derrotas seguidas. Triunfo ante los Pistons por 108-96.
Si Carmelo fue decisivo, lo de Derrick Williams fue aniquilador. El alero, número dos del Draft de 2011, ha jugado pocos últimos cuartos tan determinantes como el de esta pasada madrugada. Anotó 18 puntos, pero su exhibición, que comenzó a falta de siete minutos, fue demoledora. Cerró con un triple desde la esquina unos minutos que había iniciado con dos monstruosos mates que habían hecho despegar a su equipo.
¡Tremendos dos mates de Derrick Williams!
Brandon Jennings bien puede dar constancia de la fiereza del alero de los Knicks en esos minutos. Tras sufrir una grave lesión, y jugar varios partidos en la D-League, el base de los Pistons jugó su primer partido en esta temporada. Su vuelta, en los 17 minutos que estuvo en pista, fue positiva, con siete puntos y cuatro asistencias. Su equipo, sin embargo, no tuvo fortuna con él en pista, ya que tuvo un menos siete.
Jennings y el otro base de los Pistons, Reggie Jackson, se vieron superados por el gran partido de José Manuel Calderón. El ‘play–maker’ de los Knicks realizó uno de sus mejores partidos en lo que va de temporada, anotando 15 puntos, con unos excelentes porcentajes desde el exterior, (3/4 en triples), y repartió cuatro asistencias. Perfecto colofón al 2015 del jugador de Villanueva de la Serena.
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