Jimmy Butler ha tensado más la cuerda que todavía le une a los Timberwolves. Según informa The Athletic, Butler no jugará -por decisión propia- el partido que le enfrentará a los Jazz, el próximo de su equipo, y esa decisión podría extenderse hasta que sea traspasado por Minnesota a otra de las franquicias de la NBA.
La razón que se dará oficialmente para que no haya sanción disciplinaria por parte de la competición es «molestia generalizada y descanso preventivo».
Con esto el jugador quiere presionar aún más al propietario y al mánager general de los Wolves, que son los dos que están llevando las negociaciones, para que esto acabe pronto.
Esto es justamente lo contrario que había prometido Butler una vez que se supo que quería salir del equipo. El jugador dijo en su día que disputaría, salvo que estuviera lesionado, todos los partidos hasta que se encontrara una solución a su situación.
Los medios americanos han apuntado dos franquicias que continúan muy interesadas en proponer posibles traspasos a los Wolves: los Heat y los Rockets. Previamente Butler, que será agente libre el próximo verano, había dado una lista con preferencias (que eran, según lo publicado, los Nets, los Knicks y los Clippers).
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