Después de los gritos, después de los desplantes y después de no encontrar -todavía- una solución para su petición de traspaso, Jimmy Butler volverá a las pistas con Minnesota Timberwolves para jugar el primer partido de la fase regular de la nueva temporada.
La competitividad del polémico escolta hace que no se quiera perder ningún partido oficial si su salud se lo permite, no como ocurrió en pretemporada.
Jon Krawczynski, que sigue para The Athletic la actualidad del equipo, dejaba la reflexión del jugador sobre cuál espera que sea la reacción del público al verle:
«Sí, espero una reacción negativa. Pero vamos, ¡abucheadme! No va a cambiar la forma en la que juego. Va a hacer que me carcajee más. Que lo hagan, por favor»
El desafío de Butler no arregla ni un ápice, al revés, el problema que sufren los Timberwolves: una de sus estrellas no quiere ser parte del equipo más tiempo.