Cada vez que una estrella de renombre en la NBA pide el traspaso o surgen rumores sobre que podría salir de su franquicia este parece que pueda acabar en cualquier lugar de la geografía de la liga. La realidad tiene a ser no solo más compleja, sino más aburrida. Y en el último caso de petición de salida de Jimmy Butler se trata de un escenario que roza la ficción. El veterano de los Miami Heat habría pedido formalmente a la organización salir lo más pronto posible de Florida, independientemente del destino que fuese, según informaron Shams Charania y Brian Windhorst de ESPN.
«Quiero verme recuperar la alegría jugando al baloncesto. Sea donde sea, lo sabremos aquí muy pronto». Estas fueron las palabras de Butler a los medios sobre su futuro más inmediato, dejando claro que quiere salir, que le importa poco el dónde y que su tiempo en Miami Heat se ha agotado.
Sin embargo, y por mucho que sea el deseo del jugador salir intercambiado antes del 6 de febrero, dadas las circunstancias es casi imposible que acabe ocurriendo. ¿Por qué? A continuación te explicamos las razones detrás de la compleja situación de Butler en los Heat.
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Las limitaciones salariales de Miami Heat
La situación de los Miami Heat es bastante compleja. Actualmente la franquicia acumula 186,3 millones de dólares en salarios, lo cual les pone por encima del primer apron del impuesto de lujo a las puertas del segundo (188,9M). Ninguna franquicia en la situación de los Heat quiere bajo ningún concepto superar el segundo umbral de gasto pues las consecuencias serían terribles dado el contexto en el que se encuentran ahora mismo, lejos de pelear por el anillo y con una plantilla limitada.
Al estar dentro del primer tramo de gasto Miami no puede asumir más dinero en un traspaso de lo que envía, es decir, no puede aumentar su gasto en salarios. Esto, que parece algo menor, es un aspecto fundamental en toda operación que involucre a una estrella. No tanto por la compensación económica de perder a un jugador de renombre, sino por la compensación en lo deportivo o en forma de activos a futuro. Muchos traspasos a lo largo de la historia que han tenido a un All-NBA han acabado resolviéndose con la franquicia original aumentando su inversión en salarios para rematar el intercambio.
Con Jimmy Butler no va a ser posible. Y esto dificulta muchísimo llevar a cabo este traspaso.
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Un mercado inexistente
Para que un traspaso por una estrella sea posible el mercado tiene que posibilitarlo. Es decir, tiene que haber compradores, pero también equipos en disposición de llevar a cabo tamaña operación. Sin ir más lejos, cuando Kevin Durant pidió salir en el verano de 2022 resultó imposible encontrarle salida desde Brooklyn Nets porque no había compradores capaces de igualar el valor del jugador, por entonces, de los Brooklyn Nets. Con Jimmy Butler puede suceder algo parecido. Las franquicias que pueden estar interesadas por el alero no tienen la capacidad económica ni material de presentar una oferta en condiciones y los que sí tienen ese espacio no les encaja en sus proyectos.
Escenarios como Golden State Warriors, Dallas Mavericks, Phoenix Suns y Denver Nuggets no son realistas precisamente por esto. Los dos primeros se encuentran por debajo del primer umbral del impuesto de lujo y bajo ningún concepto buscarán superarlo a costa de un jugador de la edad de Jimmy Butler. Mientras que los de Arizona son la franquicia con la nómina en salarios más alta de toda la NBA y a la que se le impide en la práctica realizar cualquier traspaso de una magnitud considerable. Por último, Denver podría juntar el dinero suficiente, pero precisaría de un tercer equipo para que las cifras cuadrasen.
Buena parte de las combinaciones de posibles intercambios con Jimmy Butler necesitarían de un tercer o un cuarto equipo para hacerlo viable solamente desde el apartado económico y todo ello sin entrar a valorar la cuestión deportiva, lo que ganaría Miami con el acuerdo. Este aspecto no debe pasarse por alto, pues si ya resulta muy difícil llevar a término un traspaso desde la parcela numérica, en el otro apartado de las negociaciones la cosa se vuelve todavía más complicada, sobre todo por el momento en el que ocurre. Los Heat tratarán de sacar el máximo y reforzarse de cara a la pelea por los Playoffs, algo que dadas las circunstancias resulta poco realista.
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La situación de Jimmy Butler
El próximo mes de septiembre Jimmy Butler cumplirá 36 años. Para entonces su futuro estará más o menos claro, pues habrá decidido sobre la opción de jugador que tiene para el curso 2025-26 por valor de 52,4 millones de dólares. Estas cifras y estos datos son importantes, pues la razón por la cual el jugador ha pedido salir de los Miami Heat tiene que ver con la negativa de la franquicia a renovarle por varios años y un precio por encima de su actual valor.
La cuestión de la edad y el salario se ha vuelto un tema recurrente en casos como este en los últimos años, más con la entrada en vigor de distintas normativas como el CBA de 2023 que ha puesto límites reales al gasto de las franquicias. Si bien Miami podría haber renovado a Butler por las cantidades que este exigía, aquello habría puesto a la franquicia en una posición muy incómoda y difícil, quedándose sin margen para mejorar el equipo a través de la agencia libre o un traspaso.
Las estadísticas avalan la posición tomada por los Heat de no querer entregar su futuro a un alto salario de Butler. El rendimiento del jugador en las dos últimas fases regulares ha sido sumamente pobre. Entre lesiones, inconsistencia y otros factores, la estrella se ha perdido 32 partidos en ese lapso, reduciendo su aporte anotador, sus porcentajes de cara al aro y perdiendo su posición central en el esquema de Erik Spoelstra.
La razón por la que busca salir Butler de Miami es para tratar de extender su actual contrato en la franquicia que se haga con sus servicios sin llegar a explorar el mercado de agentes libres. ¿Por qué? Porque de cara a este verano resulta complicado imaginar que haya una sola franquicia dispuesta a darle, por ejemplo, 150 millones para las próximas 3 temporadas. Aquí confluyen varios factores como la edad, el rendimiento, las normas salariales y, sobre todo, el historial del jugador, que ha repetido esta misma estrategia en Chicago, Minnesota, Philadelphia y ahora en Miami.
En efecto, Jimmy Butler fue el responsable de llevar a los Heat a dos Finales de la NBA contra todo pronóstico, pero su carrera ha entrado en un punto donde es mejor evitar arriesgarse con un perfil como el suyo. Y si se suma lo deportivo a lo económico el resultado es un hipotético traspaso casi imposible, pues cualquier operación con él requerirá un escenario poco realista o donde Miami u otro equipo cometa un flagrante error.
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