Toda una carrera dedicada a los Boston Celtics. Un total de 16 temporadas y ocho títulos de campeón. Hijo de un inmigrante checo y una madre con ascendencia croata, John Havlicek es una parte muy importante de la historia de los orgullosos verdes. Todo un prodigio en el mundo del deporte que jugó al baloncesto y al fútbol americano en la Universidad de Ohio State, ganando un campeonato nacional en la cancha de basket, en 1962 fue elegido en el draft de la NBA (#7 por los Celtics) y de la NFL (en séptima ronda por los Cleveland Browns). Afortunadamente para los del trébol se decantó por la canasta.
Dicen que Red Auerbach no le había visto jugar en su vida antes de que los Boston Celtics eligieron a John Havlicek en el draft. La intención de la franquicia era seleccionar a Chet Walker y LeRoy Ellis, pero ya no estaban disponibles cuando llegó su turno. La elección ‘a ciegas’ acabó dando resultados. A día de hoy, el base todavía es el máximo anotador de la historia de los Celtics con 26.395 puntos (20.8 por partido), así como el jugador con más partidos disputados con el equipo verde, con un total de 1.270. Cuando Auerbach le vio entrenar por primera vez se quedó prendado de su nuevo jugador y llegó a declarar que «en cuanto lo vean, todo el mundo va a decir que soy un genio por haberlo elegido».
En cierto modo, Auerbach tenía razón. John Havlicek era toda una joya para cualquier equipo, pero los Celtics habían tenido la gran fortuna de haberse hecho con sus servicios. Un jugador complaciente, nada egoísta y dispuesto a adaptarse a las circunstancias y las necesidades. No le importaba ser titular o suplente. Le daba igual jugar de base o de escolta. Estaba ahí para servir a los suyos y terminó por convertirse en uno de los mejores, si no el mejor, sexto hombre de la historia de la NBA. Su preocupación por el todos antes de por el yo provocó que sus compañeros le eligieran capitán del equipo de forma casi unánime (el único voto que no obtuvo fue el suyo propio). Sus números, al margen de su actitud, le respaldaban: 20.8 puntos, 6.3 rebotes, 4.8 asistencias y 1.2 robos del balón a lo largo de toda su carrera. Además protagonizo una de las jugadas más famosas de los anales de la franquicia de Boston. ¿Recuerdan el «Havlicek stole the ball» gritado por el narrador Johnny Most?
La importancia de John Havlicek en los Celtics era tal que en 1978 tenía previsto retirarse y desde las altas esferas de la franquicia le pidieron que no lo hiciera público para no desestabilizar al equipo. Aceptó sin rechistar. Cuando le pidieron que diese un paso adelante y tomase las riendas del equipo desde el salto inicial tampoco puso ninguna pega. Cuando anunció oficialmente que se retiraría al final de la temporada 1978-79, los homenajes que recibió en cada cancha de un equipo rival que pisó fueron más que merecidos y justificados. Su legado quedaba ahí. Sus números, sus anillos, sus récords, sus 13 selecciones para el All-Star Game, un MVP de las Finales, sus highlights.
Fue elegido entre los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA y los Celtics siempre podrán presumir de que les fue fiel durante toda su carrera. Cuando falleció en 2019, a los 79 años, el equipo de Boston le despidió con todos los honores mediante un comunicado oficial: «Su sincero compromiso con el equipo estaba por encima de uno mismo. Era extraordinariamente atento y generoso, tanto a nivel personal como para los necesitados, como lo demuestra su compromiso de recaudar fondos para la Fundación Génesis para Niños durante más de tres décadas a través de su torneo de pesca. John fue amable y considerado, humilde y cortés. Fue todo un ejemplo dentro y fuera del campo«.
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