Adam Silver no se ha caracterizado por ser muy duro en sus sanciones por peleas, o al menos no tanto como lo fue su predecesor en el cargo, David Stern.
Claro que David Stern tuvo que enfrentarse a otro tipo de peleas, en una NBA más violenta y con mayor cantidad de trifulcas. La peor de ellas, Malice at the Palace, terminó con la sanción más dura impuesta por una pelea en la NBA: Ron Artest (ahora Metta World Peace) fue sancionado sin jugar durante el resto de la temporada. No queda ya ningún jugador en activo que participase en aquel combate… o al menos que lo hiciera desde la pista, porque sí que hay un jugador de la NBA que ha confesado recientemente que participó en uno de los episodios más lamentables de la historia de la liga: el ahora jugador de los Grizzlies Josh Jackson.
Así lo relató Jackson en The Undefeated:
«Yo estuve allí.
Tenía 8 años. Estaba sentado cerca de la mitad de la pista, sobre la fila 20. Recuerdo ver a mucha gente peleándose. Recuerdo a Jermaine O’Neal llevarse un golpe con una silla. Ese es uno de mis recuerdos más claros. Recuerdo a Ron Artest tumbado en la mesa de anotadores y a alguien tirándole una bebida.
Yo miraba a mi alrededor y todo el mundo lanzaba algo a la pista. No voy a mentir, yo tiré una botella de agua. ¿Por qué? Era mi equipo. Era dan de los Pistons. ¿Qué? Los Pacers llegaron dando puñetazos a mis jugadores favoritos. No podía permitirlo.
No sabía qué pensar o qué hacer. Mis padres me protegían, se pusieron delante de mí. No había nada que pudiéramos hacer. No tenía miedo, no pensaba que nadie me fuera a atacar.
No nos fuimos hasta después de que Jermaine O’Neal se llevara el golpe con la silla. Las cosas se calmaron después de eso. En aquel momento no me daba cuenta de lo grande que había sido aquello. Unos días después vi las sanciones y las multas. Ahí fue cuando pensé «esto es una locura».
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