Qué fácil es ahora escribir sobre Kawhi Leonard. Qué bueno es. Recuerdo que no lo era tanto cuando se defendía su posición contra los Spurs. San Antonio quería que jugara, y él, erre que erre, que no.
Era fácil argumentar que los jugadores corren un alto riesgo jugando fuera de su mejor tono físico. Pero también es más sencillo hacerlo con la venda de los colores en los ojos. Lo que pasa es que a la vez que estaba con sus dudas, veíamos como los Celtics traspasaban a Isaiah Thomas lesionado, tras dejarse el alma por el trébol. Bueno, el alma y una cadera de la que aún no se ha recuperado, por forzar, por jugar.
Como en política, muchas veces se nos escapa nuestro foco verdadero. Nosotros, los fans, y más en la NBA henos de defender a los que meten canastas o propician que otros las metan por métodos exclusivamente deportivos. Ama al jugador, desconfía de la franquicia.
Por eso, la medalla sobre Kawhi es para Ajero. Pero esto, a parte, me encanta el análisis de mercado que hace New Balance, la marca de Boston, en la contratación de Kawhi. No buscan ser una bestia que acapare mucho y toque poco: quieren ser los mejores. Y no lo pueden ser sin el fútbol y sin el basket. Sevilla, Athletic, Celtic, Liverpool…se salen del ‘mainstream’ de los aspirantes a todo,para representar equipos con unos valores ineludibles y que el rectángulo verde y fuera de él son especiales.
Una vez que aterrizó en el fútbol, llegó la hora del basket. Su estrategia es diferente. No pueden llegar a donde Nike, quizás es fácil que no se asomen ni al balcón de Adidas. Pero entran en competición con los nuevos ricos: Under Armour y Puma.
Sin embargo, su punto de partida es el de las discreción y los buenos alimentos. La primera contratación fue la de Darius Bazley, el chico que saltó la NCAA para prepararse en las sombras de la NBA para este Draft.
Después, por sorpresa, firmó a Leonard. Se le escapó a Jordan, o bueno, la marca del Jumpman lo dejó ir, porque 5 millones -como Blake Griffin, por ejemplo- y sin modelo propio, pareció muy poco para ‘un constante aspirante a MVP’ como creen en su entorno.
New balance le dio más. Mucho más, su propio modelo y garantías de que seguirá siendo cabeza de cartel. No quiere la marca de Boston fichar demasiado, no quieren empezar grandes campañas de publicidad. Simplemente pagan -o sobrepagan en este caso- a atletas que pueden ir un poco más allá por sus hechuras dentro y fuera de la cancha.
Kawhi es el discreto por excelencia, el que mejor tira de estos Playoffs… el que ha puesto su nombre con el de Chamberlain, West o LeBron. New Balance vende zapatillas como rosquillas, discretas en el juego, con menos ruido que el swoosh y que las tres rayas.
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