Los Phoenix Suns han abierto la temporada NBA con victoria en la cancha de los Golden State Warriors (108-104). El conjunto de Frank Vogel asaltó el Chase Center con una gran versión de Devin Booker (32 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes), aunque el gran protagonista de la noche en lo emocional fue Kevin Durant. El experimentado jugador de los Suns regresó al Chase Center y jugó ante los aficionados de los Warriors (franquicia en la que ganó dos anillos) por primera vez desde 2019.
En estos últimos cuatro años, Durant solo había tenido la oportunidad de competir sin público ante el equipo de Steve Kerr, por lo que la expectación era máxima. Y todos estuvieron a la altura. La franquicia le realizó un homenaje minutos antes del salto inicial, la que en su día fuera su afición le ovacionó y KD, que sumó 18 puntos (7/22 TC), 11 rebotes y 3 asistencias, devolvió el cariño en rueda de prensa.
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«Siempre es bueno ser reconocido por el trabajo que haces. Así que fue emocionante ver a gente que no había visto en un tiempo, algunas caras familiares, y siento que los aficionados aquí solo tienen amor y respeto para mí como jugador y como persona. Y eso es todo lo que puedo pedir», declaró Kevin Durant tras el encuentro. Posiblemente, uno de los más especiales para él en toda la temporada.
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