Estaba claro que la temporada 2019-20 de los Brooklyn Nets iba a ser un año de transición, con Kyrie Irving como máxima estrella y a la espera del regreso a las canchas de Kevin Durant. El problema es que esa transición se está convirtiendo en una marcha por un camino más abrupto de los esperado. Cuando se escriben estas líneas, el conjunto neoyorquino firma un balance de 13 victorias y 11 derrotas y lleva catorce partidos sin contar con el base, que se encuentra lesionado. Sin embargo, parece que los neoyorquinos no tienen prisa en recuperar a su estrella ni piensan forzar su retorno.
Irving lleva sin jugar desde el 14 de noviembre y, según indican desde los Nets, no va a hacerlo hasta que esté al 100% de sus capacidades físicas. No quieren riesgos. «Creo que los plazos de su recuperación son algo que depende de él mismo, pero también de su cuerpo y la forma en la que progresa en su recuperación. Puede que sea algo rápido o que lleve su tiempo», declaró Sean Marks, general manager de los Brooklyn Nets. «Según estamos en este momento de la temporada, así como la situación en la que se encuentra el equipo de cara a los próximos dos años, no tiene sentido forzar a nuestros chicos a volver a la cancha demasiado pronto. Especialmente cuando hablamos de alguien de su calibre y sobre quien hay una serie de expectativas».
Calma obligada en el banquillo de los Nets
El entrenador Kenny Atkinson admitió recientemente que ha aprendido a manejar sus ‘ansiedad’ sin Kyrie Irving a sus órdenes y confía plenamente en su equipo mientras vuelve el base. «Creo que solía frustrarme más antes. He tenido mis momentos de frustración porque le quería de vuelta con demasiadas ganas. Pero luego hablas con nuestros expertos y con Kyrie y te das cuenta de que esto [dejarle en el dique seco] es lo más inteligente que se puede hacer», explica el técnico a los medios. La baja de Kyrie Irving por una lesión en el hombro derecho está haciendo mucha mella en los planteamientos del técnico de los Nets.
La vida si Kyrie Irving
Pero, ¿por qué tanto drama por la ausencia de Kyrie Irving? Aunque el base ya tiene el visto bueno de los médicos para hacer ejercicios con balón, todavía tiene terminantemente prohibido formar parte de entrenar con contacto y, por lo tanto, no se puede contar con él a la hora de disputar partidos. Sin embargo, el equipo está respondiendo a su baja y, sin ‘Uncle Drew’ en pista, los de Brooklyn han firmado un balance de 6-3. Si a esto le sumamos el paso adelante de Spencer Dinwiddie, que promedia 25 puntos por encuentro durante los choques en los que Irving no ha jugado, dejando muy atrás los 17 de media cuando era suplente, parece que no debería haber demasiados motivos para alarmarse.
Desde que el hombro a mantenido al base de los Brooklyn Nets apartado de las canchas, el equipo de la Gran Mazana ha sumado victorias a domicilio frente a los Chicago Bulls, los New York Knicks y los Cleveland Cavaliers, así como ante los Charlotte Hornets, los Sacramento Kings y los Boston Celtics en casa. Al mismo tiempo, los Indiana Pacers y los Miami Heat asaltaron el Barclays Center y los Boston Celtics se hicieron fuertes en su feudo para obsequiar con tres derrotas a los compañeros de Kyrie Irving. Podemos decir que los 28.5 puntos, 5.4 rebotes y 7.2 asistencias del point guard durante la presente temporada están siendo bien suplidos por el resto de la plantilla, al menos en líneas generales.
Non grato en Boston
La marcha de Kyrie Irving no sentó nada bien en los Boston Celtics. El base dejó el conjunto del trébol como agente libre, para fichar el pasado verano con los Brooklyn Nets… justo un año después de declarar abiertamente que seguiría siendo jugador de los C’s una vez finalizado su contrato. Algo que en Boston no hizo demasiada gracia y que alguien con conocimiento de causa como Kevin Garnett analizó en The Fumble, cuando se le preguntó si le sorprendió el cambio de aires del point guard. «No. Boston es una ciudad difícil. Debes tener cojones para estar aquí. Tienes que desearlo, la gente lo desea por ti. Es por eso que Paul Pierce fue perfecto en Boston».
En las dos temporadas que Kyrie Irving estuvo en los Celtics, las 2017-18 y la 2018-19, el base se perdió 22 y 15 partidos respectivamente. Pese a todo firmó las medias más altas de su carrera en rebotes y asistencias, así como el segundo y tercer promedio anotador desde que llegase a la NBA, sin contar sus números de los 11 encuentros que ha disputado con el uniforme de los Nets. Sin embargo no supo hacer frente a la responsabilidad de jugar en un equipo y ante una afición tan exigentes como la de Boston, y tras caer 4-1 en semifinales de los Playoffs 2019 contra los Milwaukee Bucks, puso pies en polvorosa camino a Brooklyn.
Atrás dejó su paso por los C’s, en los que recaló tras forzar su salida de los Cleveland Cavaliers y con los que no fue capaz de lograr el éxito que se le presuponía al equipo con su llegada. Desde entonces, tal y como se ha visto en su primera visita a la cancha del conjunto verde, el público no le guarda demasiado cariño. El base no jugó por lesión y los fans de los Celtics le dedicaron el piropo de «cobarde» por no querer enfrentarse a su ex equipo.
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