Que la revolución veraniega de Los Angeles Lakers iba a pasar por un tiempo de adaptación en temporada regular era algo esperado. Solo tres jugadores (Anthony Davis, LeBron James y Talen Horton-Tucker) continuaban de la temporada pasada, se realizaron numerosos contratos por el mínimo a jugadores veteranos y había que encajar un nuevo activo en el juego exterior: la llegada de Russell Westbrook. Carmelo Anthony
En verano se esgrimieron diferentes argumentos a favor y en contra de la llegada de Westbrook y de su capacidad para adaptarse al juego de Frank Vogel, pero una preocupación era común en los peros a su fichaje. ¿Serían capaces de abrir la pista lo suficiente con Westbrook (26% en triples en sus 11 primeros encuentros) para que LeBron y Davis pudiesen tener sus espacios? Para ello se firmaron otros especialistas llamados a equilibrar ese déficit como Malik Monk, Kent Bazemore o Wayne Ellington, pero en este arranque de la temporada solo Bazemore llega al 37%. Ahí aparece Carmelo Anthony.
El factor Carmelo Anthony
Cuando en noviembre de 2019 aterriza en los Blazers tras un año sin jugar, las expectativas sobre lo que pudiese lograr Anthony no eran muy elevadas. Carmelo demostró en esas dos temporadas en Portland que todavía le quedaba baloncesto en sus manos y que podía seguir adaptando su juego hacia lo que exigían los tiempos actuales, desterrando su clásico lanzamiento de media distancia por el triple. Su efectividad desde la larga distancia subió y mantenía sus opciones de seguir siendo un generador de juego en momentos puntuales de los partidos. Aunque era complicado pensar que en el arranque de la 21/22 fuese a ser el mejor tirador de los Lakers.
En los 11 partidos que ha disputado hasta el momento con la camiseta de los Lakers, Carmelo Anthony promedia 17.5 puntos por encuentro con un 52% en triples (mejor marca de largo de su carrera) y un 50% en tiros de campo, un registro al que no se aproximaba desde su tercer año en la liga cuando firmó un 48.1%. Su volumen de lanzamientos totales no se acercan a los de sus mejores años en la liga, pero está consiguiendo ser una amenaza constante dentro de los quintetos de Vogel.
Así se refleja su evolución a lo largo de los años:
Además de en el porcentaje, su volumen de lanzamientos también está por las nubes. Roza los más de 7 intentos por encuentro y está anotando 3.5 triples por partido. La media de su carrera es de 1.3 y nunca había superado los 2.2 que acumuló en la 17/18 con los Thunder. A pesar de que en sus años con los Blazers consiguiese anotar con mejores porcentajes, seguía siendo un recurso más de su juego, intentando muchos más intentos de 2. Los intentos triples de Carmelo representan esta temporada el 55% de sus lanzamientos a canasta. Nunca en su carrera se acercó a estas cifras, estando su tope por debajo del 42% y con su punto máximo en la temporada 06/07 cuando los triples apenas suponían el 10% de sus lanzamientos en juego.
Todavía le falta alcanzar una mayor regularidad. Su porcentaje en el Staples Center es un extraordinario 64.4% desde la larga distancia, pero también ha firmado 3 partidos en los que ha anotado 1 o ningún triple, precisamente los 3 que ha jugado lejos de la ciudad angelina. El acumulado de esos encuentros (1/16, todos fuera de casa) le baja puestos en la clasificación global de la NBA, aunque no evita que en materia de estadística avanzada también esté siendo de largo su mejor año en EFG% (64.3) y TS% (66.4) y el mejor de los Lakers tras los interiores (DeAndre Jordan y Dwight Howard).
El nuevo Carmelo, una de las grandes revelaciones de los Lakers.
CARMELO ANTHONY
29 Puntos
9/13 en tiros de campo
7/10 en triplesY este domingo en el #NBASundays pic.twitter.com/FrV0l1axcS
— NBA Spain (@NBAspain) November 9, 2021
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