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La conferencia Este cambia la dinámica: ¿hay nuevo dominador en la NBA?

La conferencia Este cambia la dinámica: ¿hay nuevo dominador en la NBA?

Tras más de dos décadas de dominio del Oeste, la conferencia Este busca convertirse en la más fuerte de la NBA. Y por primera vez, los números lo sustentan.

Desde la retirada de Michael Jordan, la segunda de Chicago el verano de 1998, la NBA ha tenido un denominador común: la conferencia Oeste ha sido más potente que su contraparte. Los Lakers de Kobe Bryant y Shaquille O’Neal primero y Kobe y Pau Gasol después, la dinastía de los San Antonio Spurs o más recientemente los Golden State Warriors de Steph Curry han hecho que 16 de los últimos 24 anillos hayan ido a parar al Oeste. La lista de campeones del Este es corta: Detroit Pistons, Miami Heat, Boston Celtics y LeBron James en tres ocasiones, con los Raptors y Milwaukee ganando en los últimos cuatro años.

Es un tema de talento, también. Desde 2005, el Oeste ha tenido 11 MVP por solo siete de la conferencia Este, cuatro de LeBron, dos de Giannis y el de Derrick Rose en 2011. El catálogo de candidatos que la conferencia rival presentaba año tras año era mucho más amplia, desde Nash a Nikola Jokic, pasando por Dirk Nowitzki, Kobe Bryant, Kevin Durant, Curry, James Harden o Russell Westbrook. Por eso, a la hora de formar los quintetos All NBA cada temporada, siempre ha habido más representantes del Oeste, que llegó a meter en 2015 hasta 12 representantes de los 15 premiados. El Este no llegaba a siete desde 2006, una cifra que consiguió igualar el año pasado.

La manera más fácil de saber qué conferencia es mejor son los duelos directos entre equipos de Este y Oeste. Desde 2010, el Oeste ha ganado cada año, en ocasiones consiguiendo un 60.4% de victorias (211-178 en 2020). El dominio ha sido abusivo que en las últimas 22 campañas, 2009 sigue siendo la única en la que el Este sumó más victorias (231-219, balance de 51.3%) que el Oeste. El año de Dwight Howard jugando a nivel MVP, los Cavaliers de LeBron James y unos Celtics todavía con el big-3 jugando al máximo nivel. El año pasado estuvieron más cerca que nunca, a solo tres victorias (223-220, 50.3%) y este 2023 representa el fin de la tiranía de la conferencia.

A día de hoy el récord es de 136-133 para el Este tras las victoria de Boston y Philadelphia ante Warriors y Portland. Por primera vez en casi década y media, la conferencia Este es la más fuerte de los dos. En las casas de apuestas los tres máximos favoritos a llevarse el anillo a final de temporada, con algo de diferencia además, son equipos de la costa Este: Boston sale primero, con Milwaukee y Brooklyn igualados en segunda posición. Es más, el primer representante del Oeste son los Warriors que, en este momento, está empatado por la séptima posición con Minnesota, LA Clippers y Oklahoma tras la derrota en el TD Garden.

No hay una franquicia en el Oeste que sea el rival a batir y solo dos, Denver Nuggets y Memphis Grizzlies están siendo regulares. ¿Qué tienen en común? Que ninguna de las dos tiene excesiva experiencia en playoffs. Al contrario, en el Este hay siete franquicias con 25 victorias o más (por solo cuatro en el Oeste) y salvo Knicks y Cleveland, el resto todas tienen años de experiencia en la postemporada. ¿Cómo hemos llegado hasta este punto? Estamos entrando en un cambio de era en el baloncesto, con LeBron James y sobre todo, Kevin Durant y Steph Curry, dos dominadores del Oeste en la última década, cerca de los últimos años de su carrera. A la vez, aparecen Giannis Antetokounmpo, Nikola Jokic, Luka Doncic o Jayson Tatum para tomar el relevo. Y con ellos, sus equipos.

Aunque el principal culpable es LeBron James. En su paso por Miami primero y Cleveland más tarde, arruinó proyectos rivales sin freno ni consideración. Desde los Celtics de Paul Pierce, Ray Allen y Kevin Garnett hasta los Pacers de Paul George, el duo Lowry-DeRozan en Toronto, Chicago en la etapa de Tom Thibodeau, o incluso los propios Heat y Cavaliers con su salida de la franquicia. Todos ellos tuvieron que empezar a reconstruir ante la imposibilidad de luchar contra él y ahora se están viendo los resultados: equipos que ya han curado sus heridas y empezado a competir, que están listos para ganar desde ya.

El cambio de generación implica también un cambió de status quo en la NBA. El poder en las últimas dos décadas, siempre en el Oeste con la excepción de LeBron James y algunos casos puntuales, ha viajado a la costa del Atlántico. Y con la más que posible expansión de la NBA en un futuro a corto plazo, con Las Vegas y Seattle en el horizonte, que implicaría el movimiento de New Orleans o Memphis al Este. El Este le ha dado la vuelta a la dinámica y ahora domina la NBA. El objetivo ahora es que una franquicia de su conferencia gane el anillo.

 

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