El destino a veces es caprichoso y Marc Gasol puede dar fe de ello. El pívot español ganó el campeonato de la NBA el pasado mes de junio, pero pudo estar realmente lejos de hacerlo si hubiera tomado otro camino cuatro meses antes, en febrero (en el cierre de mercado).
Se sabe públicamente que antes de aceptar la oferta de los Raptors llegó una a Memphis, que por aquel entonces era el equipo de Gasol, extendida por los Hornets de Willy Hernangómez. El detalle que no se sabía era el de por qué no se fraguó si estaba tan cerca. Roderick Boone (The Athletic) da la clave: Marc no dio su palabra para renovar cuando acabara el contrato.
Gasol tenía una cláusula de extensión que ha hecho efectiva para seguir en Toronto tras ganar la NBA y que fue la que no quiso tocar en el caso de Charlotte. Eso dio poco margen a la franquicia de Jordan, que no se arriesgó. Gasol salvó esa bala para terminar como campeón.
Ésta, aunque pueda parecer no tan crucial a los ojos de los Hornets, fue una de las razones por las que Kemba Walker, la estrella del equipo hasta este verano, no se sintió con fuerzas para renovar y se terminó marchando a los Celtics como recambio de Kyrie Irving.
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