Los Celtics llegaban a Philadelphia en alerta roja. 2-3 abajo en la serie, visitantes en el sexto partido y con un Jayson Tatum que estaba lejísimos de su mejor nivel, empezando 1/14 el partido. Despertaron justo a tiempo y consiguieron forzar un séptimo partido, un encuentro a vida o muerte. El ganador recibirá a Miami en las finales del Este; el perdedor se irá a casa con las manos vacías y la sensación de haber dejado pasar una oportunidad única. Por suerte, Boston y Philadelphia ya saben lo que es jugárselo todo en un séptimo partido.
Es la rivalidad que más veces se ha enfrentado en una serie, con 22 eliminatorias, y la que más veces ha necesitado de un partido definitivo para decidir el ganador. El de este domingo será el noveno séptimo partido entre ellos, con un récord hasta ahora de 6-2 para Boston. Solo en 1977, en Philadelphia, y en 1982, esta vez en Boston con Julius Erving y Andrew Toney asaltando en viejo Garden, los Sixers pudieron cantar victoria. Al contrario, Boston se llevó los duelos de 1959, 1965, 1968, 1981 y el último, en 2012, justo antes del inicio del proceso en Philadelphia. El más famoso sigue siendo el de 1965, cuando Havlicek stole the ball, uno de los momentos claves en la historia de la NBA.
Boston y Sixers, conocidos en sus primeras dos décadas como Syracuse Nationals, son dos históricos de la NBA, y dos de los tres equipos con más partidos definitorios en la competición. Nadie ha jugado más séptimos partidos en la NBA que Boston, con 35, y tienen también la cifra más alta de victorias, con 26 triunfos (récord 26-9, 74.3%). Al contrario, los Sixers son los que más séptimos han perdido, con 11 (6-11, 35.3%) y tienen el segundo peor récord entre los equipos que han jugado al menos diez, solo por delante de Milwaukee Bucks (3-9, 25%). El último de Philly fue en 2021, cuando perdieron en casa ante los Hawks en semifinales; al contrario, Boston ganó dos el curso pasado, a Milwaukee y en Miami en su camino a las finales.
Y es que el del domingo será el séptimo número 147 en la historia de la NBA, desde 1948, cuando los Philadelphia Warriors ganaron el primero jugado en St. Louis (46-85) ante los Bombers. Seis veces se decidió se ha necesistado prórroga para decidir al ganador y uno de ellos, las finales de 1957 entre Celtics y St. Louis Hawks, necesitó dos tiempos extra. El equipo local parte con ventaja, con un récord de 111-35 (76% de victorias), aunque los últimos tres jugados y cinco de los últimos seis, incluyendo a Warriors este año en Sacramento, han sido ganados por el equipo visitante. Desde 2021, el año después de la burbuja, el récord es de 2-5 para los equipos locales.
A nivel experiencia, Boston tiene más. El equipo lleva el último lustro, desde la llegada de Tatum a la liga, luchando entre la élite de la NBA. Desde 2017 han jugado seis y solo LeBron James ha conseguido superar al equipo de Boston en las finales de conferencia de 2018. Al contrario, Washington, Milwaukee dos veces, Toronto y Miami han salido derrotados. Han ganado los últimos tres, dos el año pasado. Y encima jugarán en casa, donde tienen un récord de 21-5. Tres de las cinco derrotas han llegado en este siglo, 2005, 2009 y la última en 2018 ante LeBron y los Cavaliers. Los Sixers por su parte solo han ganado una vez fuera de casa, pero por suerte, fue el ya mencionado encuentro en Boston en 1982.
Entre los jugadores en activo en ambos equipos, Al Horford es con ocho partidos, el que más séptimos ha disputado en la NBA. Será su noveno, adelantando a LeBron James y empatando con Sam Jones, Wilt Chamberlain o Jerry West en la cuarta posición histórica de la NBA. El primero, en 2008, fue una derrota ante los Celtics. Ha ganado seis de los últimos siete (y cuatro de cinco con Boston). Marcus Smart y Jaylen Brown (seis cada uno) y Jayson Tatum (cinco) tienen también muchísima más experiencia que Philadelphia, que sí cuenta con James Harden (récord 3-2, ha perdido dos de los últimos tres). Y el MVP, Joel Embiid, ha perdido los dos que ha jugado, todos en semifinales de conferencia, en 2019 en Toronto y en 2021 ante Atlanta.
Será un partido histórico, pero falta por saber quién será recordado como una leyenda. Como los 32 rebotes de Bill Russell en 1959, el robo de balón de Havlicek, los 27 puntos desde el banquillo de World B. Free en 1977 o la remontada de Boston en 1981, 3-1 abajo, para acabar ganando la serie. Quién será el héroe está por decidir, pero la mejor rivalidad de la historia tiene un nuevo capítulo. Y no hay mejor manera de cerrarlo que con un séptimo partido.
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