Era uno de los grandes partidos de la madrugada NBA, por el duelo en las alturas entre Joel Embiid y Nikola Jokic. Y el duelo cayó del lado de un camerunés que se mostró intratable. Embiid anotó 47 puntos, 28 de ellos en la segunda mitad, liderando una tremenda remontada de los Sixers, que se alzaron con el triunfo 126-119 tras irse 15 abajo al descanso (58-73).
Embiid fue una pesadilla para Jokic, incapaz de frenar la furia y el talento del ídolo de Philly, que capturó además 18 rebotes. Una formidable actuación de un Embiid que no será titular en el All-Star para sorpresa de muchos.
A Embiid lo acompañó un gran James Harden, autor de 13 asistencias sin perder un solo balón, y un atinado Niang desde el banquillo (4 triples).
Jokic no tuvo un mal partido estadístico (24+9+8), pero su impacto en la segunda mitad fue escaso. El serbio acumuló 7 pérdidas y se vio bloqueado por la telaraña defensiva planteada por Doc Rivers con PJ Tucker a la cabeza.
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