«No hay precedentes en el que los dos partidos de una temporada regular con las entradas más caras sean los últimos y sin playoffs en juego», explica Glenn Lehrman, portavoz de StubHub, empresa de venta de entradas por Internet, en declaraciones a ESPN.
Los protagonistas de esta hazaña, a la vez que un gran negocio, son uno de los peores equipos de la NBA, los Lakers, y los vigentes campeones, los Warriors.
Los aficionados están pagando en StubHub una media de 436 dólares por ir al Oracle Arena y tener la posibilidad de ver en directo si Stephen Curry y compañía alcanzan las 73 victorias.
En TiqIQ, el precio de las entradas para el Warriors-Grizzlies subió un 134% tras la victoria del domingo en San Antonio, la que les permitía seguir soñando con el récord, llegando a los 1.534 dólares de media.
La misma locura existe para estar en el Staples Center en la despedida de Kobe: la media de las entradas en StubHub es de 971 dólares. La más barata sale por 700 dólares y por la más cara, a pie de pista, se han pagado 27.500 dólares.