LeBron James sabe perfectamente qué significa concentrar la atención de toda la NBA y, además, cargar con la responsabilidad de tener que devolver el éxito a una franquicia. Por eso empatiza con Lonzo Ball, el elegido para la reconstrucción de los Lakers pero también blanco de muchas críticas.
«El chico no ha dicho nada. Son los demás», asegura LeBron sobre el bombo que se la da a cualquier cosa relacionada con Ball. «Me encanta su humildad. Cada vez que alguien le pregunta, dice: ‘No se trata de mi, tío. Sólo quiero ganar. No me importa lo que he hecho’. Vi que hizo un triple-doble y perdieron, y él dijo: ‘No me importa, hemos perdido».
LeBron y Lonzo se van a enfrentar por primera vez este jueves. Será un duelo especial, porque la estrella de los Cavaliers se ve reflejada en la promesa de los Lakers.
«¿Si puedo trazar un paralelismo con mi experiencia? Pues Claro. Cuando te elige en el draft una franquicia, quiere que seas su salvador. Pero necesitas tiempo. El chico lleva poco más de 20 partidos como profesional. Las cosas no pasan tan rápido», continúa explicando LeBron en ESPN.
«Todo el mundo lo quiere ya. ¿Sabe jugar? Por supuesto. El chico sabe jugar. ¿La gente quiere jugar con él? Por supuesto, porque no piensa en él, piensa en el éxito del equipo. Pasa el balón y tiene energía», le define.
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