La NBA es todo espectáculo hasta en los tiempos muertos. En pleno parón para revisar una jugada por los árbitros, la estrella de los Cavs no ha dudado un segundo en atender a las peticiones de unos niños desde la grada.
LeBron, ni corto ni perezoso se ha hecho un selfie desde la mesa de anotadores con ellos. Genio y figura.