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¿Es posible una retirada de LeBron James? Analizamos todas las opciones

¿Es posible una retirada de LeBron James? Analizamos todas las opciones

Tras la derrota ante Denver, LeBron James dejó caer una posible retirada del baloncesto. ¿Es una realidad o solo una forma de presionar a los Lakers? Analizamos las opciones.

Tras la cuarta derrota consecutiva en las finales de conferencia ante Denver, LeBron James cambió el foco rápidamente. En la rueda de prensa post partido, James dejó caer que una de las opciones que baraja para esta off-season es la retirada del baloncesto profesional. Tras ser barrido por tercera vez en su carrera, jugar todo el partido excepto cuatro segundos y anotar 40 puntos en el último partido de su vigésima temporada, pudimos estar ante la última noche de LeBron James en la NBA. La respuesta a la pregunta de Dave McMenamin es clara:

  • P: ¿Cuándo dices que tienes que pensar algunas cosas, a qué te refieres?
  • R: A si quiero seguir jugando.
  • P: ¿El año que viene?
  • R: Sí.
  • P: ¿Te retirarías?
  • R: Tengo que pensarlo.

Pero el problema es que LeBron James acaba de firmar una extensión por dos temporadas, la segunda con opción de jugador, y que ha repetido en numerosas ocasiones que su último objetivo en la liga es poder compartir vestuario con su hijo Bronny, quien el año que viene jugará su primera temporada en NCAA. LeBron tiene contrato hasta el final de la temporada 2025, quiere jugar con su hijo y además, hay motivos para creer que, como sucedió con Michael Jordan, Kobe Bryant o Dirk Nowitzki más recientemente, le gustaría tener un tour de despedida en la NBA. Y más sabiendo que el All Star de 2025 se celebrará en Los Angeles, siendo la oportunidad perfecta para decir oficialmente adiós.

Otro punto a tener en cuenta son sus planes de futuro. Uno de sus mayores objetivos tras su retirada es tener una franquicia NBA, a poder ser en Las Vegas. Pese a los rumores, todavía no se ha filtrado ninguna información sobre una posible expansión a corto plazo, y se espera que cualquier negociación llegue una vez se firme el nuevo acuerdo de televisión, dándole a las 30 franquicias actuales una pieza del pastel más grande. Hasta 2026 no se espera, como mínimo, ver una franquicia jugando en Las Vegas, por lo que LeBron James tiene hasta entonces para seguir creciendo su patrimonio. Y que mejor manera de hacerlo que seguir cobrando casi cincuenta millones de dólares por jugar al baloncesto.

Por lo que es muy difícil creer que realmente LeBron James está pensando en una retirada prematura, y no que sus palabras son únicamente una reacción en caliente a una derrota dolorosa. La lógica dicta que LeBron estará el año que viene en la NBA y casi con total seguridad, jugando para Los Angeles Lakers.

¿Qué significan las declaraciones de LeBron James entonces?

Pueden ser varias cosas. Una de ellas, buscando la explicación más sencilla, igual sí que se ha planteado realmente la retirada. Difícil de creer, pero teniendo en cuenta la salud, y que en los últimos tres años nunca ha podido jugar más de 56 partidos y este año ha ganado una ronda de playoffs por primera vez desde la burbuja, podría ser una realidad. Complicado de creer, pero plausible (que no probable).

La segunda, que esté negociando desde ya. Sus declaraciones siempre tienen un motivo detrás, y tras la derrota, dejó caer otra frase lapidaria para la franquicia: “No juego por nada que no sea ganar el anillo en este punto de mi carrera”, aseguraba James. “No me emociona jugar finales de conferencia, ya lo he hecho. No es divertido ya”. Pero estos Lakers, que si bien han rendido por encima de lo esperado, no han estado al nivel de los Nuggets. Nunca tuvieron una opción real de pelear por meterse en las finales de la NBA y luchar por el anillo, y las palabras de LeBron vuelven a poner presión en la gerencia, que este verano tendrá que tomar decisiones importantes.

Los Lakers tienen material para construir un equipo candidato al anillo el próximo año, sobre todo si James sigue jugando a este nivel y recuperan al mejor Anthony Davis. Y desde ya, han empezado a salir rumores sobre posibles jugadores que podrían llegar a Los Angeles, como Trae Young, Draymond Green o por enésima vez, un reencuentro con Kyrie Irving. Las palabras de James refuerzan un sentido de urgencia por tener en el vestuario a uno de los mejores jugadores de la historia y no poder competir por el anillo de la NBA por tercer año consecutivo. Es un mensaje a la gerencia, los propietarios y la propia NBA.

¿Qué pasa si realmente se retira LeBron?

El principal problema sobre la retirada de LeBron es su contrato, pero en caso de decidir hacerlo, hay dos maneras diferentes. La principal diferencia es si oficialmente se retira del baloncesto profesional, como hizo Carmelo Anthony, o si simple y llanamente, deja de jugar.

La primera es anotar su nombre en la volunteer retired list de la NBA, y notificar al comisionado de la liga por escrito que LeBron James deja el baloncesto de manera profesional. Tanto el jugador como la franquicia tienen que mandar una carta a Adam Silver anunciando que no volverá a jugar. En ese caso, LeBron renunciaría al dinero que le queda en el contrato, aunque ese dinero no se libera del salary cap de los Lakers, que seguirían con ese monto en sus libros fiscales. En caso de incluir su nombre en la lista, James tiene que estar un año sin jugar o firmar otro contrato salvo que los 30 propietarios de la NBA voten unánimemente su vuelta.

La última vez que sucedió un caso similar fue con Jason Williams en 2008. El base firmó por los Clippers ese agosto, aunque un mes después decidió retirarse. A los pocos meses aplicó para volver, pero no recibió los 30 votos a favor. Al año de su retirada, pudo volver a jugar, firmando un contrato con Orlando Magic. Si LeBron James anuncia que se retira esta semana, no podría volver a jugar hasta junio de 2024, casualmente cuando llega el draft de su hijo Bronny.

La otra opción es replicar a Tim Duncan. James simplemente se retira, pero sin enviar ningún documento al comisionado, similar a cuando un jugador decide no jugar, como sucedió con Ben Simmons en Philadelphia el curso pasado. James no renunciaría al dinero y los Lakers le tienen que pagar el salario de los próximos años, un total de $97.1 millones que le deben. Las dos alternativas serían una denuncia de los Lakers por no jugar (como pasó con Ben Simmons); o bien negociar un buyout con los Lakers, y negociar. Se abren diversas opciones, como que el propio James renunciara a su salario, o bien cortarle y pagarle el salario en cinco años. En ambos casos, los Lakers no pueden usar el espacio salarial, aunque solo en el segundo caso, LeBron se llevaría el salario, salvo que decida renunciar.

Sigue siendo poco probable ver a LeBron dejando el baloncesto, y más tras una derrota tan dura. Sus palabras han hecho que el foco de la derrota no esté en la celebración de los Nuggets o siquiera en la derrota de los Lakers, y sí en qué pasará con el futuro de LeBron en la NBA, pero como hemos visto desde 2010, James no da puntada sin hilo y cada vez que lanza un mensaje tan relevante como este, siempre hay una explicación detrás. Estamos a la expectativa de qué pasará con LeBron y los Lakers.

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