En el podcast de Zach Lowe en ESPN, The Lowe Post, ha estado recientemente Ian Thomsen. El escritor presentaba un libro que recopila anécdotas sobre Dirk Nowitzki, Kobe Bryant o LeBron James. Precisamente sobre este último versa una de las que ambos rescataron en la conversación radiofónica, una que Pat Riley cuenta en primera persona en el libro.
Riley había vuelto a las oficinas cuando LeBron James tomó la determinación en 2010 de abandonar su casa e ir a jugar a Miami Heat. Por aquel entonces el encargado de dirigir a la pléyade que juntó James en el equipo para tratar de ganar el Anillo, algo que logró allí en dos ocasiones, era Erik Spoelstra.
Riley cuenta que en los inicios de aquel proyecto empezaron en torno al 50% de victorias, un horror teniendo en cuenta lo que se esperaba. El legendario entrenador revela que tuvieron una reunión con los jugadores en la que se ubica la anécdota:
«Hablamos de lo típico, de tener paciencia con la situación. Ellos explicaban que no se estaban sintiendo bien. Recuerdo que LeBron me miró y me dijo: ‘¿No te pica el gusanillo?’. Le pregunté que de qué y me respondió: ‘El gusanillo de volver a entrenar’. Le dije que no»
Esa insinuación de LeBron James, la de no querer a Spoeltra en el equipo, fue refrendada cuando ya en 2016 los Cavaliers echaron a David Blatt y se volvió a culpar a LeBron. Raanan Katz, que en aquel momento era propietario minoritario de los Heat, aseguró que en Miami el astro ya se quiso cargar a Spo pero no consiguió su objetivo.
Años después Erik Spoelstra continúa como entrenador-jefe de los Heat. LeBron James y él ganaron el campeonato juntos en 2012 (contra los Thunder) y 2013 (contra los Spurs).
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