Conseguido el objetivo de dar el título de campeón de la NBA a los Cavs, LeBron James ha eliminado el modo avión que utiliza en playoffs para mantenerse concentrado: no utiliza ni el móvil ni Twitter ni Instagram.
64 días después de su última publicación, el 16 de abril, en la que activaba la ‘Zero Dark Thrty-23’ que lleva a cabo desde 2012, justo un año después de que los Cavs perdieran la final de la NBA ante los Mavs, se ha despachado a gusto.
Lo primero, un vídeo abrazando y acariciando el trofeo Jim O’Brien de campeón de la NBA. Lo segundo, un mensaje a todos sus ‘haters’ respondiendo a todas las críticas vertidas sobre él:
«Dijeron que habías perdido un paso, que no eras tan explosivo como antes, que los mejores días quedaron atrás. Cuestionaron tu liderazgo, tu camino, tu compromiso, dijeron que no tenías instinto asesino, que volver a casa había sido el mayor error de tu carrera. Que habías echado al entrenador, traspasado jugadores, que no podías jugar con Kyrie [Irving], que no podrías trabajar con Kev [Love], que habría manera de llevar un campeonato a su casa… ETC. ETC. ETC. Pero adivina, ese no es mi problema. #PonAlgoDeRespetoEnMiNombre».
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