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Lesiones en la NBA, la pandemia moderna: hablamos con un experto sobre causas y soluciones

Lesiones en la NBA, la pandemia moderna: hablamos con un experto sobre causas y soluciones

En tres semanas de temporada, los jugadores NBA se han perdido 600 partidos por lesiones. ¿Por qué? Responde el Dr. Julio Calleja-González

La vuelta de la NBA siempre viene acompañada de las mismas narrativas. Que si la temporada regular es irrelevante, que si no se defiende, que si los equipos tiran demasiados triples y no se juega a nada. Problemas que cada año tenemos que leer mientras los mejores jugadores del planeta, noche sí, noche también, pelean por el anillo de la NBA. O la mayoría de jugadores, porque sí hay una narrativa de la que no se habla lo suficiente. La verdadera pandemia de la liga: las lesiones. Y en este inicio de temporada, la lista es excesivamente larga.

Aparecen jugadores de la talla de Kawhi Leonard, Kristaps Porzingis o Khris Middleton, o piezas de rol como Mitchell Robinson, Isaiah Hartenstein, Max Struss, Dante Exum, Matisse Thybulle o Jarred Vanderbilt. Y esta es la lista, únicamente, de los que todavía no han debutado. Lesionados en la actualidad encontramos a Kevin Durant, Ja Morant, Jimmy Butler, CJ McCollum, Zion Williamson, Dejounte Murray (la mitad de los Pelicans), Chet Holmgren, Paolo Banchero, Scottie Barnes, Lonzo Ball, Aaron Gordon, Marcus Smart o Malik Monk. Por citar una parte de la totalidad de jugadores que están hoy en el injury report y se han perdido al menos dos partidos esta semana. No puede ser casualidad. Y para buscar motivos, posibles soluciones y teorías, hemos hablado con un experto.

El Dr. Julio Calleja-González ha dedicado su vida laboral a la investigación alrededor del entrenamiento y la fisiología aplicada al deporte de élite, y sobre todo, la recuperación de la fatiga. Ha trabajado con jugadores NBA, muchos años con Serge Ibaka, y con entrenadores de la mejor liga del mundo, además de con tener una relación de años con la Federación Española de Baloncesto y más de tres décadas de experiencia. En la actualidad es Catedrático en la Universidad del País Vasco, trabaja con el Comité Olímpico Español y forma parte del Performance Board en la Asociación de Jugadores de la Euroleague. Y con él hemos querido saber por qué los jugadores siguen cayendo lesionados con una tendencia peligrosa.

Según un estudio de Tom Haberstroh en Yahoo! Sports, las estrellas de la NBA esta temporada se han perdido un 24% más de partidos que el año pasado, y el total de jugadores supera el 28%. En las tres primeras semanas, entre todos los lesionados, sumaban 686 partidos de baja (por 507 el año anterior). “El principal argumento es el número de competiciones y la densidad competitiva” explica el Dr. Calleja-González. “Eso hace que no haya un periodo transitorio mínimo de descanso. Tienen que partir la off-season en dos partes, antes y después de las competiciones de verano, por lo que llegan al training camp con menos tiempo de descanso”. 52 jugadores NBA estuvieron en París 2024, por ejemplo. Aunque hay más motivos.

“Y luego, el segundo motivo, no solo el volumen de partidos sino el tiempo de recuperación entre partidos, que es otro concepto importante”, sigue el doctor, que sabe de primera mano como la fatiga es causante de muchas lesiones. “Los back-to-back, o las concentraciones de dos viajes en muy poco tiempo, son secuencias de microconcentración de competición en ciclos cortos y se está demostrando que no tiene un efecto positivo en el deportista. Toca elegir si queremos más calidad o más competición”. Un debate que la NBA se ha tenido que plantear a menudo, sobre todo viendo la cantidad de jugadores que no están disponibles para empezar la temporada.

¿Hay solución a las lesiones?

Se puede trabajar en prevenirlas, desde las franquicias y desde la propia liga, por ejemplo, reducir las horas de viaje. “La primera clave está relacionada con la fatiga asociada al viaje. Hay que buscar una manera de que esas giras de 6-7 días puedan estar más concentradas geográficamente”, haciendo referencia a los ciclos circadianos de los jugadores. Pueden volar en aviones privados, con todo tipo de lujo, pero un viaje de cinco horas tras un partido de alta intensidad no es recomendable. “Que un equipo solo viaje con un huso horario, o dos a lo sumo, lo que permitiría no tener tantos cambios biológicos. Hay que buscar el equilibrio en eso”.

En los últimos años, la NBA está intentando reducir tanto las horas de vuelo como las millas acumuladas. Han recuperado las series, donde un equipo visita una ciudad y juega todos los partidos, o los viajes más largos a la otra conferencia, para evitar tener que cruzar el país cuatro veces. Pero al mismo tiempo, han añadido otro problema: la Emirates NBA Cup. “La Copa NBA, no deja adelantar el proceso de forma de los jugadores, genera más intensidad a la competición y no se puede hacer un training camp al uso”, explica. Porque si los jugadores quieren estar al mejor nivel en noviembre y diciembre, la exigencia es mucho mayor… y la fatiga también.

¿Cómo se combate la fatiga? Con pausas. “Cuando acabe la temporada regular, los equipos que van a jugar playoffs necesitan tener una parada más larga para que puedan hacer un descanso transitorio y puedan preparar físicamente bien los playoffs”. A día de hoy, los equipos que no juegan play-in tienen entre cinco y seis días, pero la recomendación son doce. “Porque desde el punto de vista del cuerpo, el playoff de la NBA es el sistema de competición más exigente que he visto en mi vida” y se acaba notando a la larga. Los playoffs en los últimos años han sido un esprint pero con la distancia de una maratón, y llegan a las finales con la enfermería llena y la salud a medias.

Los datos dicen que los jugadores no llegan a los picos de forma en las mejores condiciones físicas, por lo que el espectáculo baja” dice el Dr. Calleja-González, que mediante los números, encuentra una manera muy sencilla de conseguir unos mejores playoffs. “Cualquier pausa es buena para un jugador durante de la temporada. Pero si queremos evitar la fatiga residual acumulada y garantizar la frescura a nivel muscular, necesitamos más tiempo”. Porque las pausas que las franquicias se sacan de la manga, conocido como el load management, no son suficiente. Funcionan, pero no son la respuesta a todo.

Por eso desde los departamentos médicos y de ciencia han hecho tan énfasis los últimos años en el load management, los descansos y la recuperación: “Nuestra labor es lanzar el mensaje, ser contundente y que haya consenso para decir que tenemos que buscar el equilibrio. Y que si los mejores jugadores están lesionados, es peor para el baloncesto”.

¿Es real el efecto del load management?

Hace un par de temporadas, la NBA realizó un informe donde demostraba que el load management no tenía relación alguna con la prevención de lesiones. El informe nunca fue publicado o filtrado, ni ha visto la luz. Y desde el punto de vista médico, es al revés: “Es muy complejo asociar la gestión de carga con la lesión. Porque las lesiones son multifactoriales. No hay ningún deporte que haya encontrado un parámetro diana que pueda decir que está asociado con este factor o aquel. Tampoco creo que lo vayamos a encontrar” nos explica. “Si tenemos aproximaciones, más mapas que nos dan más valoraciones globales, pero no hay un único valor”, mantiene. Por eso la gestión es clave.

“El load management nos ha dado una herramienta para modular mejor y tener más criterio a la hora de distribuir el minutaje entre los deportistas” y considera que, además de ayudar a los deportistas, ha servido mucho para enseñar a los protagonistas, ya sean gerentes, entrenadores o jugadores. “Hay consenso en las ciencias del deporte que la herramienta ha venido muy bien para educar a los entrenadores y darles la mayor información para que tomen la mejor decisión”, y es que ese es su trabajo: aportar luz y claridad para que entre todos, entrenadores, jugadores y departamento médico, decidan. Porque la decisión final nunca vendrá del departamento de ciencia.

“Nuestra labor es proponer para que el deportista tome la decisión, pero con toda la información posible. Y cuando la tiene, lo entiende y es mucho más fácil trabajar con ellos, pero siempre hay que escuchar, nunca imponer”, lo que no es fácil. Algunas franquicias han tardado años en adoptar este método, mientras otras, por ejemplo los propios Raptors, se adaptaron rápido a los resultados de la ciencia. “No puedes entrar de forma abrupta intentando dar un puñetazo en la mesa, es un proceso de educación. El primer factor es consenso entre todos, damos toda la información, el entrenador la canaliza y el jugador toma la decisión final”. Y sí, ellos quieren jugar los 82 partidos, pero también quieren una carrera de 15 años, y entre todos buscan el balance.

“La gente de más de 30 años todos están a favor del load management pero a un nivel de incluso a veces no viajar con el equipo. Día de liberación total” recuerda. Y más en una competición donde la rutina de viaje, partido y recuperación está tan adueñada del día a día, sin tiempo a entrenar. Entre toda la información recogida se intenta siempre trabajar para mejorar el rendimiento físico de sus jugadores: “Si somos capaces de buscar y asociar variables de rendimiento a la gestión, minimizamos el riesgo de lesión”. Aunque eso implique entrenar menos.

¿Es necesario el entrenamiento en la NBA?

“La evolución del deporte va a la optimización de todos los procesos, que nos permite afinar mucho más” explica, poniendo ejemplos desde Gregg Popovich o Kenny Atkinson, a Pep Guardiola en el fútbol. “Los entrenadores han reducido las cargas de entrenamientos, pero son más intensas, de 30 o 40 minutos y optimizado: se mueve a la parte central, permitiendo a los deportistas descansar por la mañana, recuperar, y tener la tarde libre con la familia, pareja o hijos”. La ciencia ha demostrado que para deportistas de un nivel de rendimiento máximo “no hace falta entrenar tanto para rendir con alta intensidad”. En ocasiones, la propia competición hace de entrenamiento para los jugadores.

“En las semanas de, por ejemplo, cuatro partidos, es donde más se tiene que aprender. Porque esas semanas, son cuatro veces que tienes que calentar pre-partido, prepararte mentalmente y luego el post-partido, por lo que eso hace de sustituto del entrenamiento” asegura. “No hace falta cargar más al jugador. Porque al acabar el partido un jugador puede tardar 48 horas en normalizar variables de condición física, y con los índices de saturación que lleva, igual incluso son 72, tres días enteros”, inviable con un promedio de 14.9 back-to-backs esta temporada y con un partido cada 2.12 días. Por eso el descanso es primordial y no exigir de más ayuda.

Aunque si el entrenamiento específico. Esta semana Jared Dublin publicaba en su newsletter el dato de la cantidad de mates que se están haciendo en la NBA actual, con 4.56 por partido, bajando la cifra de un año a otro. Sobre las dos acciones que un jugador necesita para hacer un mate, esprint y salto vertical, el Dr. Calleja-González tiene un paper donde analiza la fatiga que conlleva, además del daño muscular y afectación al rendimiento. Otro informe de Above the Break demostraba que los jugadores, esta temporada, están corriendo más en promedio que cualquier otra campaña, consecuencias del triple y el uso de las esquinas. En esa NBA moderna, jugar 82 partidos es un reto muy complicado.

Y eso que, según el Dr. Calleja-González, la NBA es una liga diferente. “La NBA rompe con todos los esquemas por ser la competición con los mejores deportistas del planeta y tenemos que estar abiertos a adaptarnos siempre, como sucede ahora con Wembanyama. Los límites se modifican y hemos de estar abiertos”, afirma. Aunque la cifra clave son los 28 años. “Si tiene más o menos de 28, se analiza de una manera o de otra. Depende de cada jugador siempre, desde la raza y el estilo del jugador, pero los 28 años son para todos”. Pero todos pueden ser, en cualquier momento, víctimas de una lesión. Por eso necesario que la NBA, franquicias y jugadores trabajen de la mano para buscar una solución a la exigencia física que es la liga hoy en día. Aunque reducir el calendario no esté sobre la mesa, todavía. 

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