El partidazo de Marc Gasol, consiguiendo por tercer choque consecutivo 28 o más puntos, no ha servido para que los Grizzlies superen a los Rockets (95-119).
Y es que los de Memphis, que acumulan tres derrotas en cuatro partidos, no sólo se topaban con James Harden (29 puntos y 10 asistencias) ni con el habitual show triplista de los de D’Antoni. El invitado inesperado de la noche ha sido Sam Dekker.
El ex de la Universidad de Wisconsin, en su año sophomore, cuajaba su mejor partido NBA con 30 puntos, 6 triples, supliendo a la perfección a Ryan Anderson. «Me sentí muy cómodo desde el principio», dice.
El tercer cuarto, definitivo para el triunfo de los visitantes que daban un golpe encima de la mesa pasando del 49-58 al 72-91. «Nuestros cerebros se apagaron. No pudimos pararles, por lo que ofensivamente nos vinimos abajo», dice el entrenador de los Grizzlies David Fizdale, que tenía a Marc con 32 puntos y Conley con 15 como principales artilleros.