Los Angeles Clippers se dejaron la piel en la pista, literal, pero no pudieron evitar la derrota en el sexta partido de la serie ante los Blazers (106-103) y su consiguiente eliminación.
Sin los lesionados Chris Paul y Blake Griffin, los Clippers encadenaban su segunda derrota pese al esfuerzo del resto de sus compañeros, en especial de Austin Rivers.
El hijo del entrenador acababa con 21 puntos en la estadística y 11 en la ceja, por un codazo de Aminu en el primer cuarto. Se fue al vestuario y, una vez curado, volvió (aunque casi sólo podía ver por un ojo).
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«Nunca digo palabrotas en una rueda de prensa, pero se ha jugado el culo esta noche. Le miras la cara y parece que haya estado en un combate de boxeo», se quejaba Jamal Crawford, máximo anotador de los Clippers con 32 puntos.
Ante estos mermados Clippers, Damian Lillard volvió a ser el líder de los Blazers, con 28 puntos, bien acompañado por su escudero C.J. McCollum, con 20. «No nos ha entrado el pánico cuando han presentado batalla. Hemos hecho lo necesario para ganar», admitía Lillard, a quien esperan los Warriors.
Los Clippers se acercaban a dos puntos (103-101) con una canasta de Redick a menos de un minuto del final. Y Crawford empataba con dos tiros libres. Pero Plumlee, tras una falta de Jeff Green, volvía a dar ventaja a los locales (105-103). Crawford fallaba después un tiro, Plumlee metía un tiro libre y Rivers fallaba el lanzamiento final, desesperado, para empatar.
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