Era una noche decisiva para los Chicago Bulls. Si perdían, sus opciones de playoff se reducían a una quimera. Tras perder ante los Pistons, pendían de un hilo. Siguen haciéndolo, ya que Indiana vencía a New York (92-87), pero Chicago, al menos, cumplió. Venció por 98-102 en la cancha de los Milwaukee Bucks para seguir a dos partidos del octavo puesto en su conferencia.
A pesar de no contar ni con Derrick Rose (segundo partido consecutivo que se pierde por problemas en el codo) ni Taj Gibson (por un problema en las costillas) Chicago fue a por el partido desde el inicio. Se fue al descanso ganando por 41-57, y llegó a dominar a por 19 puntos de diferencia. Sin embargo, a falta de tres minutos vencía por uno (86-87). Ahí apareció Butler (25) con 6 puntos decisivos: “Tenemos que jugar cada posesión como si fuera la última de la temporada”, declaró el alero.
El jugador franquicia de los Bulls contó con ayuda española para ganar el encuentro. Pau Gasol y Nikola Mirotic volvieron a estar a un gran nivel. El de Sant Boi, con un choque casi de triple-doble: 16 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias. Por su parte, Niko sigue su idilio anotador en las últimas fechas y se fue hasta los 19 tantos, aunque algo desacertado desde la línea de tres (3/9).
La aportación capital del trío de los Bulls sirvió para calmar la reacción local, que estuvo a punto de dar la vuelta al choque. La culpa la tuvieron Giannis Antetokounmpo y Jabari Parker. Principalmente, el griego, que protagonizó la anotación más alta de su carrera en la NBA (34 puntos, además de 5 rebotes y 9 asistencias). El ala-pívot, por su parte, sumó 24 tantos.
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