Faltaban 6 décimas por jugarse y el balón era para los Phoenix Suns, que necesitaban un milagro para ganar un partido (97-97). Y se producía: el croata Dragan Bender sacaba de banda, con la oposición de Marc Gasol, y mandaba el balón cerca de canasta, donde Tyson Chandler daba un ligero empujón a Brandan Wright para hacerse un espacio y hundirlo. Resultado: victoria 99-97, alegría en los Suns y hundimiento en los Grizzlies.
«Le dije a Bender que lanzara el balón a canasta y todo lo que Tyson debía hacer era tocarle cuando bajaba o agarrarse a la canasta y que le golpeara en los nudillos al entrar», explicaba el entrenador de los Suns, Jay Triano. «Se lo pregunté a unos árbitros que vinieron a hacer un clínic hace 15 años en Toronto. Lo revisaron. Lo intenté mantener como un secreto y ya no lo es».
Tyson Chandler, ejecutor de la jugada, la explicaba así: «Nunca lo habíamos entrenado. Ni siquiera sabía la norma hasta que (Triano) cogió el cargo. Nos dijo que si alguna vez teníamos una posesión de un segundo haríamos esta jugada. Cuando vaya a canasta, dale un golpe para que entre. Le pregunté si no era goaltending y me dijo que no lo era en un saque de banda. Y cuando ha pasado he recordado la jugada».
Tyson Chandler slams it home to win the game for the @Suns!#SunsAt50 pic.twitter.com/8Ee7WqU6u7
— NBA (@NBA) 27 de diciembre de 2017
Así sumaban una nueva derrota los Grizzlies, a pesar de los 25 puntos de Tyreke Evans y los 18 (y 6 rebotes) de Marc Gasol. Nada podían hacer de nuevo en un partido ajustado que se escapaba a unos Grizzlies que siguen cuesta abajo.
Los dos equipos llegaban a los 8 minutos finales con empate a 82. Y a partir de ese momento se vivía un frenético intercambio de parciales, con los Grizzlies a remolque hasta lograr empatar con un mate tras rebote en ataque a falta de 6 décimas. El resto, ya es historia:
The best action from the @memgrizz and @Suns Fantastic Finish in Phoenix! pic.twitter.com/NKq4uMZpIF
— NBA (@NBA) 27 de diciembre de 2017
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