Los partidos de los Cavs emitidos en televisión nacional son sinónimo de derrota para el conjunto de Tyronn Lue. Los de Cleveland siguen siendo uno de los equipos más mediáticos de la NBA, pero esta temporada no están a la altura de los duelos que se presuponen de primer nivel y que despiertan atención del público.
Su último despropósito llegaba ante los Rockets, que se imponían en el Quicken Loans Arena por un claro 88 a 120. Los de Houston dominaban el partido de principio a fin gracias a un espectacular trabajo coral, y condenaban a los Cavs a su octava derrota en tantos partidos en televisión nacional.
Es la novena en 15 partidos en lo que llevamos de 2018, donde los Cavs son uno de los peores equipos en margen de derrotas de toda la NBA. Tropiezo que hacía estallar -de nuevo- a LeBron James, que con 11 puntos registraba su segunda peor actuación de toda la temporada.
«No tengo palabras. Deberían quitarnos de cualquier partido televisado a nivel nacional lo que resta de temporada. No hemos jugado bien baloncesto, nos han pateado el culo en cada partido que jugamos en televisión nacional. Simplemente, sin palabras», decía.
A pesar de la crisis de resultados, uno de los dueños de la franquicia confirmaba la pasada madrugada para ESPN que el puesto de Tyronn Lue no corre peligro. ¿Cambiará su situación si los Cavs siguen con esta alarmante inercia de derrotas?
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