Kevin Durant, que no fue capaz de anotar una sola canasta en los 20 primeros minutos de la segunda parte, fue el clavo ardiendo al que se aferraron los Thunder para derrotar (90-94) a los Jazz. El jugador franquicia de Oklahoma City, lejos de venirse abajo, siguió creyendo en sí mismo y su fe tuvo premio al anotar los últimos 11 puntos de su equipo.
“Sentía que si metía un tiro entraría en racha” dijo Durant. “Fui capaz de meterlo. Fue un tiro de locos, sin equilibrio, pero cuando vi que entraba me dije ‘vamos. Es la hora’. Ellos jugaban en casa y contaban con el aliento de su público, así que traté de hacer lo que mejor se me da, ser agresivo y tirar”.
La gran actuación del ‘35’ de Oklahoma fue alabada hasta por sus rivales. “Lo que ha metido al final ha sido increíble. Anota tirándose hacia atrás y sobre un pie” declaró un resignado Quin Snyder.
Durant (21+8) y Westbrook (24+7+7) fueron los más destacados de los Thunder, mientras que Serge Ibaka aportó 8 puntos y 8 rebotes.
Los Oklahoma City Thunder (15-8), terceros en el Oeste, volverán a verse las caras con los Utah Jazz (10-11) este domingo, pero en esta ocasión ejercerán como anfitriones.
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