La victoria (116-121) de los Golden State Warriors sobre los New Orleans Pelicans, que puso el 2-0 en la eliminatoria de segunda ronda de los Playoffs 2018 entre ambos equipos, tuvo un protagonista muy especial. Stephen Curry regresó a las canchas después de superar una lesión que le mantuvo en el dique seco durante la recta final de la regular season y el inicio de los playoffs, por un total de seis semanas, y demostró que sigue siendo el mismo.
El base entró en la cancha a los 4:20 del primer cuarto. El público le recibió con todos los honores y él respondió con un triple cuando sólo llevaba once segundos en el parquet. Al final, se marchó hasta los 28 puntos en 27 minutos, además de firmar también 7 rebotes y 3 robos de balón. Todo cumpliendo con una función de reserva a la que no está acostumbrado. «Fue complicado. [El rato que estuve en el banquillo] se me hizo eterno. Tuve que calmarme y ser paciente. Pero fue una buena sensación cuando volví a la cancha, me relajé y me divertí», declaró Stephen Curry tras el partido.
Junto a ‘Chef Curry’ brillaron también Kevin Durant (29 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias) y Draymond Green (20 puntos, 9 rebotes y 12 asistencias). Entre todos hicieron de los Warriors ese conjunto tan complicado de vencer que tantas veces se ha visto en los últimos tres años. Y si no sólo hay que fijar sen el hecho de que los Pelicans no pudieron con ellos ni con todo su quinteto titular firmando dobles dígitos en anotación.