En la fría ciudad de Minneapolis, (temperaturas de más de 20 grados bajo cero), andaban esperando una victoria desde hacía ya un año. De hecho, los Minnesota Timberwolves no habían ganado aún en 2016. Tuvo que llegar otro equipo posiblemente en peor estado, los Phoenix Suns, para que el equipo de Sam Mitchell rompiera una racha de nueve derrotas consecutivas. Lo hizo, eso sí, con una exhibición, ganando por 117-84.
El gran protagonista del duelo fue el español Ricky Rubio. Desde la jornada inaugural, a finales de Octubre, donde los Wolves vencieron a Los Ángeles Lakers con 28 puntos del base, no se veía una versión tan anotadora del internacional. El ex base de Barça y Joventut sumó 18 tantos, con un magnífico 6/11 en tiros de campo, incluidos 2/3. Además, sólo necesitó 24 minutos en cancha, donde también aportó dos rebotes y tres asistencias.
Ricky se vio acompañado por seis jugadora en Minnesota que sumaron 10 o más puntos. Andrew Wiggins sumó los mismos, (18), mientras que del quinteto titular el otro jugador destacado fue Karl Anthony–Towns, (14+8). Desde el banco, para unos Wolves que dominaron el rebote, (41 a 30), la anotación llegó de la mano de Gorgui Dieng (15), y del trío Kevin Martin-Zach LaVine-Shabazz Muhammad, (11 cada uno).
Para unos apáticos Suns, que también viven un mal momento, (cuatro derrotas consecutivas, y mismo balance, 13-29, que Minnesota), el mejor anotador del choque, y del partido, fue Brandon Knight, que sumó 20 tantos. El conjunto de Arizona, que no pudo contar con Alex Len, tuvo a Markief Morris, (17), y Devin Booker, (11), como los otros jugadores destacados.
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