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Cómo defender a Luka Doncic: La gran clave de las Finales NBA 2024

Cómo defender a Luka Doncic: La gran clave de las Finales NBA 2024

Luka Doncic es el mejor jugador disponible en estas Finales NBA 2024. Su versatilidad ofensiva, la variedad de recursos de los que dispone y un instinto asesino inigualable convierten al esloveno en el principal nombre a seguir en esta pelea por el anillo entre Dallas Mavericks y Boston Celtics. Un hecho que convierte la cuestión de cómo estructurar y organizar el plan defensivo alrededor suyo como la clave que marcará el devenir de la eliminatoria. O lo que es lo mismo, definirá quién se proclama campeón de la temporada 2023-24.

Cuando se dice que Doncic es un talento generacional es afirmación no reside en su origen ni en el club desde el que partió, sino en la combinación de tamaño, clarividencia, visión, lectura y carácter. Un jugador que ve el mundo a dos metros de altura a través de las lentes del mejor director de juego que cualquier entrenador puede soñar. Solo así se explica que con un equipo de retales como son estos Dallas Mavericks, el esloveno haya conseguido de la mano de Kyrie Irving plantarse en las Finales como el seed más bajo del Oeste desde los Houston Rockets de 1995.

Para poner en contexto la gesta de Luka es preciso, aunque no imprescindible, acudir a los números. El esloveno está siendo responsable directo (anotación) e indirecto (asistencias) de 51 de los 107,9 puntos de los Mavericks en estos Playoffs. En otras palabras, de las manos de Doncic sale el 47,2% de la puntuación por encuentro de los hombres de Jason Kidd, lo que equivale prácticamente a la mitad. Nadie está produciendo más puntos a través de asistencia que el ex del Real Madrid (22,2), convirtiendo el 15% de los pases que recibe en canastas para sus compañeros. Todo ello manteniendo un impacto ofensivo descomunal que le ha convertido en el tercer jugador más eficiente manejando el bloqueo directo, ocupando el percentil 77 con 12,6 posesiones por noche, a muy poquito de Donovan Mitchell (81 en 12,6 posesiones).

Con todo esto encima de la mesa hay una pregunta de rigor que plantearse. ¿Cómo defenderán los Boston Celtics a Luka Doncic? Es decir, ¿qué plan (o planes) desplegará Joe Mazzulla para tratar de anular a la estrella de los Dallas Mavericks? Es momento de analizarlo.

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Los diferentes planes defensivos de Boston Celtics contra Doncic

Todos contra Luka

De acuerdo a StatMuse, Luka Doncic fue el jugador que más dobles marcas recibió en toda la temporada regular con más de 2000 acciones en total, dejando una media de 28,1 posesiones por encuentro donde el esloveno tuvo que hacer frente a un trap. Pese al riesgo que supone saltar con dos defensores a balón en la actual NBA, con el consiguiente peligro de recibir un triple abierto o desproteger la pintura, en el caso de las estrellas de este calibre tiene su parte de sentido. El objetivo de esta defensa no es evitar que el oponente anote, sino que el destinatario nunca se encuentre cómodo, que antes de tener que lidiar con un marcaje tan agresivo opte por desquitarse de la bola.

En otras palabras, cortar el ritmo y forzar al resto del equipo a ganarte, alejando al líder de la jugada.

Con Luka existe un problema en absoluto menor a la hora de lanzarle un dos contra uno y es que el esloveno se maneja como pez en el agua en esas situaciones de previsible desventaja. El ex del Real Madrid observa, lee e interpreta el juego como pocos y sabe dar rápidamente con el compañero liberado. ¿Por qué? Porque controla todas y cada una de las posiciones de los suyos y rivales sobre la cancha. Y la mejor manera de comprobarlo es ver cómo reacciona cuando va al poste bajo y le saltan al trap:

Y si la cosa se aplica a un bloqueo directo, lo cual no es recomendable contra Doncic en una cancha NBA, el resultado es el siguiente:

Si bien los Celtics tienen una gran variedad de opciones disponibles que podrían utilizar para castigar a Doncic en un potencial trap a balón, como Horford, Tatum o Holiday, la realidad es que resulta poco recomendable este escenario en el largo plazo por los desajustes que trae consigo.

Más allá de esto, la clave para tener éxito en una estrategia tan agresiva como esta reside en cómo se distribuyan las ayudas posteriores a la doble marca. Y ahí, para Boston, sí gana peso la opción del dos contra uno, pues han demostrado rotar y comunicarse muy bien en momentos de desventaja defensiva. Ahí será crucial el trabajo de organización de Horford y White, hombres fundamentales a la hora de tomar decisiones vitales.

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El cambio defensivo, la gran esperanza de los Celtics

Si hay una estrategia que ha definido a los Boston Celtics desde que Brad Stevens dejó el cargo ha sido el cambio automático en todos los bloqueos y pantallas. Primero de la mano de Ime Udoka y ahora con Joe Mazzulla que ha convertido el switching en una de las señas de identidad del conjunto verde. El vertiginoso estilo ofensivo que prodiga Boston hacía necesario ser igual de flexibles en el costado defensivo, lo cual con la llegada de Kristaps Porzingis ha permitido llegar todavía más lejos en ese sentido que el año pasado. Doncic es un arma atómica en ataque, una trituradora de mismatches que disuade a todo aquel que ose cambiar deliveradamente de marca con el esloveno. Y sino que se lo pregunten a Rudy Gobert tras lo acontecido en el Game 3.

Sin embargo, los Celtics han sabido encontrar el equilibrio entre riesgo y beneficio que lleva aparejada una defensa tan agresiva como la de cambio en el bloqueo. Algo que se explica a través de la movilidad de figuras como Horford, capaz de llegar a puntear los lanzamientos más complejos y anular casi por completo ese previsible desajuste, lo que unido a otros como Brown deja un escenario interesante para los verdes.

Pero claro, si por algo se ha caracterizado Doncic desde su llegada a la NBA es por castigar a cualquier rival en el uno contra uno, más si se trata de interiores. A estos, Luka ha sabido siempre cómo aislarles, colocarles en una situación vulnerable y abrir al máximo la cancha.

La cuestión principal reside en que a lo largo de estos Playoffs en acciones de aclarado el jugador de los Mavs no ha terminado de dar con la tecla, ocupando el percentil 63 con casi 5 posesiones por encuentro. Este puede ser el indicio que Joe Mazzulla necesite para justificar una apuesta frontar por el switching contra Doncic a riesgo de que este pueda exponer a figuras como Horford, Porzingis, Kornet o Tillman, pero que termine por ser exitosa en el desarrollo de una eliminatoria a siete partidos.

Ser conservador, un plan poco recomendable

Adoptar una posición conservadora en la vida suele ser una estrategia cómoda pero eficaz. En el baloncesto sucede igual. Limitar los riesgos, contener la agresividad y saber siempre que se tiene todo bajo control ha llevado a más de un equipo a lo más alto. La cuestión es que contra una figura del calibre de Luka Doncic y en momento ofensivo como el actual en la NBA es, probablemente, la peor estrategia posible.

En la anterior eliminatoria entre Dallas y Minnesota, Doncic destrozó sin miramientos a la mejor defensa de toda la competición. Unos Timberwolves que habían edificado su éxito a través de un tipo de disposición del bloqueo directo que se conoce como drop, down o flat, dependiendo del entrenador que la expliqueEn suma, consiste en pasar por arriba el bloqueo al manejador mientras el interior involucrado se alinea con el ángulo de la pantalla y el balón, orientando y conteniendo al jugador con balón para así proteger la pintura.

La formación europea de primer nivel de Doncic le ha permitido convertirse, sin atisbo de duda, en el mejor gestor del bloqueo directo en este tipo de situaciones de toda la NBA. Y lo es fundamentalmente por dos cuestiones. Una, por cómo retiene en su espalda y «juega» con su defensor principal, encontrando ángulos diferentes, cambiando de ritmo y siendo certero desde la media distancia y las bombas. Y la segunda por su habilidad para castigar sin miramientos cualquier atisbo de duda del interior hundido. Es decir, si este es muy agresivo el esloveno conecta rápidamente con el continuador y si opta por dar un paso atrás, el nativo de Liubliana le destroza atacando el aro.

Basta ver lo que hizo a los Timberwolves especialmente para que rápidamente uno descarte por completo esta estrategia contra Luka:

La defensa mixta, el as bajo la manga de Boston

Los Toronto Raptors de 2019 suponen una cima en la táctica defensiva entre los campeones NBA difícilmente replicable en cualquier otro contexto. La variedad de opciones que presentó aquel conjunto dirigido por Nick Nurse explican en gran medida que pudieran acabar con la dinastía Warriors, mucho más que el factor lesiones, siempre tan mencionado. Entre los muchísimos aspectos y detalles a destacar de aquel equipo hay uno que podría servir especialmente a estos Boston Celtics y no es otro que el uso de las defensas mixtas.

Una defensa mixta es, como su nombre indica, una mezcla. La fusión de los marcajes individuales y zonales, en definitiva.

Trasladado al contexto de estas Finales se traduciría en un triángulo y dos, el cual consiste en que dos jugadores se encuentran en marcaje individual y focalizado en dos estrellas rivales (Luka y Kyrie) mientras los otros tres conforman una zona con una forma variable en función del balón. La clave del éxito de esta estrategia reside en negar por completo la recepción a esos dos objetivos y, al mismo tiempo, concentrar esfuerzos para evitar que anoten si estos tienen la bola. De este modo, los Celtics podrían limitar considerablemente no tanto el impacto de Doncic e Irving, sino persuadirles de estar cómodos sobre la cancha y, sobre todo, pasar de un ataque de 5 contra 5 a 3 contra 3 con los problemas que eso podría generar en Dallas.

La otra vía es algo más conservadora pero igualmente interesante que sería plantear una caja y 1, poniendo todos los esfuerzos, probablemente de Holiday o White en defender cara a cara al esloveno. Mientras, el resto de Boston se organizaría en una zona con una estructura por definir. La caja y 1 serviría especialmente en los breves minutos que Irving no estuviera sobre la cancha, pudiendo limitar todavía más los riesgos y peligros de apostar por esta estrategia.

Como cualquier plan contra una estrella ninguna estrategia puede plantearse durante los 48 minutos y menos estas dos planteadas, pero sin duda serían escenarios muy interesantes para tramos cortos donde sacar a Doncic de su zona de confort.

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