«Ha sido fantástico. He esperado por un partido así durante mucho tiempo». Hasta la pasada noche, Chandler Parsons había ofrecido a cuentagotas muestras de su talento con los Grizzlies. La afición de Memphis llegaba incluso a pitarle en uno de los primeros choques del curso, tras el que Marc Gasol tuvo que salir en su defensa.
Todo cambiaba en el encuentro ante los Rockets, que confirmaba a los de Fizdale como el mejor equipo del Oeste (4-1), y reconciliaba a Parsons con su juego y la grada de Memphis. Los Grizzlies se imponían al conjunto de Mike D’Antoni por un claro 103 a 89, confirmando así su buen arranque de temporada.
Los locales fundamentaban su triunfo en la defensa: dejaban en 54 puntos a Houston los 3 últimos cuartos, y en Chandler Parsons. El alero, ex de los Rockets, disputaba su mejor encuentro con la camiseta de los Grizzlies, y se iba hasta los 24 puntos -récord anotador con la franquicia-, con 9/11 en tiros de campo y en tan sólo 19 minutos.
«Se trata de confianza en mí mismo. Sentí que todo lo que lanzaba iba a ir dentro», comentaba tras el encuentro. Parsons contrarrestaba un partido menos anotador de Marc Gasol, que no tenía su mejor día en el tiro: el pívot español se quedaba en 6 puntos (1/8 en TC), 7 rebotes y 5 asistencias.
El español bromeaba tras el encuentro sobre la actuación de su compañero: «Creo que me ha cogido mi agua o algo así, que ha cambiado las botellas».
Gasol se mostraba «muy contento por él, que los fans le hayan apoyado, y que haya anotado unas cuantas veces seguidas», pero lo más feliz para él es «que nos ayudó a ganar. En general ha sido una noche muy feliz».