Metta World Peace es incansable. El ¿retirado? jugador cree que su carrera en la NBA ha sido lo suficientemente remarcable como para pasar a formar parte del Hall of Fame del baloncesto. El genio (no tiene otro nombre) de Queens no se refiere sólo a sus números personales, sino a su contribución en cada uno de los equipos con los que ha jugado, que precisamente no han sido pocos.
«No soy un jugador importante a nivel individual, pero si hubiese tenido una carrera más consistente, mis estadísticas habrían sido mejores y el debate estaría ahí», declara el anteriormente conocido como Ron Artest, según recoge Dime Magazine. «Hubiera sido Defensor del Año la temporada que me suspendieron. Hubiera sido MVP ese año, mierda. Tres apariciones en el All-Star, y otras tres que hubiera tenido. Después fui traspasado a Sacramento, así que al no estar en el Este me perdí esos All-Star. [En el Oeste] tenías a Shaq, Kobe, Duncan… era una locura».
Eso sí, que no se diga que el propio Metta World Peace no es consciente de que las sanciones, empezando por aquella posterior a la mítica pelea del Palace de Auburn Hills, le han perjudicado en su carrera hacia el Salón de la Fama. «Todas esas suspensiones, todos eso partidos que me perdí. Dos puntos allá, cinco rebotes acá. Me perdí demasiadas cosas, y eso es mucho más importante que el dinero. Perdí todos mis patrocinadores y ningún equipo quiso rescatarme. No tuve ofertas por el máximo, pero eso no me importa realmente. Las estadísticas, los números. Los números no mienten. No puedo mostrar esos números, y eso es lo que verdaderamente duele».
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