Con 2-0 en la eliminatoria y la serie trasladada a su cancha, los Charlotte Hornets necesitaban un revulsivo para ganar ante su afición. Y tanto Michael Jordan, dueño de la franquicia, como Patrick Ewing, asistente, lo tenían claro: el novato Frank Kaminsky, número 9 del último draft.
«Cuando tienes a dos miembros del Salón de la Fama, y los dos te dicen ‘protagonismo para Frank’, tiene que darle ese protagonismo a Frank», admite el entrenador, Steve Clifford.
Y el consejo funcionó: 15 puntos y 7 rebotes en 35 minutos para Frank Kaminsky (venía de promediar 2 puntos en dos partidos), y victoria de los Hornets por 96-80.
Sin el lesionado Nico Batum pero con 18 puntos de Jeremy Lin saliendo del banquillo, los Hornets consiguieron romper una racha de 12 derrotas seguidas en playoffs: no ganaban un encuentro desde hacía 14 años.
Y para conseguirlo fue vital un parcial de 18-0 durante el tercer, incluidos 9 puntos de Kaminsky:
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