La NBA está actualmente suspendida a la espera de ver si se cancela finalmente o no en mitad de los picos más fuertes del coronavirus en Estados Unidos, lugar donde se desarrolla la Liga. La competición americana ya venía tocada en materia económica desde antes de que empezara la presente campaña, ya que el escándalo ocasionado en China a raíz de un tweet de Daryl Morey en apoyo a la población de Hong Kong había provocado pérdidas multimillonarias. El parón es, en estos momentos, la gota que está colmando el vaso de la mejor liga de baloncesto del mundo y hay varias razones…
El analista Albert Nahmad ha explicado de manera didáctica las variantes de este frenazo en seco en la NBA y de las consecuencias que esto puede tener en el futuro.
Importante separar las dos grandes patas gracias a las que se financia la NBA: el contrato de televisión, que reporta 2.400 millones de dólares al año, y el resto, que son 5.600 millones. Esta segunda parte viene dada por ingresos como taquilla, aparcamiento, derechos de televisiones locales, compra de productos, etc. Dejando de lado que alguna cláusula del contrato con ESPN, ABC y TNT puede rebajar el montante final si finalmente se cancelan encuentros de ésta o las próximas temporadas, el problema más gordo viene en la otra partida.
Contando que faltan 259 partidos de fase regular por disputarse, que en ellos se ganan unos 2 millones de media y que en playoffs se incrementa un millón más en cada uno, hasta 750 millones de dólares podría perder la NBA en esa columna de ganancias. Es por ello que se necesitan medidas excepcionales. Los altos ejecutivos de la Liga ya han anunciado que se rebajarán el sueldo y los jugadores se encuentran en negociaciones para hacer lo mismo y contribuir a amortiguar la presumible caída.
Para el futuro una de las discusiones más interesantes está en los límites salariales que se impondrán en las próximas campañas. Ya iba a bajar el de la siguiente, pero ahora lo hará muchísimo más. Nahmad calcula que podría estar en torno a los 85 millones. Esto se puede arreglar cambiando el convenio colectivo en curso, que también tendría que ir ser negociación con una negociación NBA-NBPA. Se prevé que los topes vayan variando mucho entre año y año por el efecto-rebote.
En 2020 se esperaba un mercado veraniego mucho más flojo que los anteriores, pero en 2021 (donde podría volver a dispararse tras la estabilización de la crisis sanitaria) vuelven a estar disponibles los Kawhi Leonard, LeBron James, Paul George, Kevin Durant, Anthony Davis e, incluso, Giannis Antetokounmpo. Sin embargo, lo más lógico sería que el acuerdo fructificase porque así todas las partes pierden menos dinero si se marcan unos límites más bajos pero más estables en el tiempo. Todo está abierto.