El sprint final de los Warriors en busca de ser el mejor equipo de la historia en temporada regular de la NBA es un hecho. Los de Oakland afrontan los últimos 11 encuentros antes de los playoffs con la mayoría de choques en su pabellón. Para conseguir batir a los míticos Chicago Bulls de Jordan, no pueden perder más de dos encuentros. Por eso, cada choque es una final. La pasada madrugada así lo demostró con un 114-98 en la bahía de San Francisco frente a Los Ángeles Clippers.
La segunda victoria consecutiva de Golden State (33-0 en casa esta temporada y 51 triunfos seguidos) completó un pleno histórico. Desde la temporada 1985-1986 los actuales campeones de la NBA no hacían una serie perfecta ante Los Ángeles Clippers. En una temporada de récord, no podían dejar de hacerlo. El triunfo en el Oracle Arena así lo certificó.
Los anteriores tres choques ante los de Doc Rivers habían sido igualados. La victoria más holgada de los de Steve Kerr había sido por siete puntos de diferencia. En este encuentro ha sucedido todo lo contrario. Los locales han puesto distancia en la segunda parte, con los ‘Splash Brothers’ a pleno rendimiento. Klay Thompson, 32 puntos, 7/10 en triples incluido, mientras que Stephen Curry regala 33 tantos, volviendo a subir de la veintena después de dos partidos. Espectacular también este pase con la mano izquierda a Draymond Green (12+12+4).
¡Gran pase de Curry a Green!
Curry y Thompson, a pleno rendimiento
Por los Clippers, que no atraviesan un buen momento justo ahora que los playoffs están cerca (cinco derrotas en los últimos seis partidos) el mejor ha sido DeAndre Jordan. El pívot, con un espectacular doble-doble de 19 puntos y 20 rebotes. Lo ha ha hechp además dejando un diabólico alley-oop a pase de Chris Paul (13+6+8). El 28% de acierto en triples y el 66% desde la línea de personal de los visitantes, determinante.
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