En el mundo del deporte de élite, la alimentación juega un papel crucial en el rendimiento de los atletas. Los jugadores de baloncesto, en particular, necesitan mantener una dieta balanceada que les proporcione la energía y los nutrientes necesarios para afrontar los exigentes encuentros que disputan durante la temporada. Especialmente en una competición como la NBA, donde se viaja y se juega de manera constante y las rutinas están alejadas de los cánones europeos.
El éxito de los Denver Nuggets en las finales de la NBA sorprendió a muchos expertos en baloncesto. Pero es en especial el caso de Nikola Jokic el que ha derivado en conversación en los últimos años. Especialmente desde su llegada hace nueve años y su progresiva transformación física basada en una mejora de su alimentación.
Desde MioBio, una startup que se ha destacado por su enfoque en la alimentación saludable para deportistas, se explica cómo «el trabajo conjunto con los nutricionistas y cuerpo médico, junto a los análisis de datos respecto a los alimentos que mejor impactan en cada organismo, permiten ya personalizar dietas y permitir a atletas recibir comida diaria no solo sabrosa sino alineada con sus necesidades».
Una planificación basada en alimentos frescos, naturales y de calidad. Consumo de proteínas magras, como pescado, pollo y legumbres, así como una amplia variedad de frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales esenciales. Además, se apuesta por carbohidratos complejos, como granos enteros y vegetales de raíz, para garantizar una fuente de energía sostenida durante los exigentes partidos y entrenamientos.
Todo ello, sin embargo, bajo el paraguas de ser consciente que ni el cuerpo ni los movimientos de Jokic se asemejan a los de Jamal Murray o a los de Aaron Gordon. Y que el plan puesto en marcha por Felipe Eichenberger podía ser aplicable al serbio pero hubiera tenido que adaptarse a cada circunstancia diferencial del resto de sus compañeros.
La combinación de una alimentación saludable y una hidratación adecuada (Jokic dejó de tomar tres litros de refresco al día hace años) tuvo un impacto significativo en el rendimiento de los jugadores de los Denver Nuggets durante las finales de la NBA. Su resistencia física mejorada les permitió mantener un nivel de juego alto a lo largo de los intensos encuentros, mientras que su recuperación fue más rápida entre partidos. Esta ventaja competitiva les permitió superar a sus oponentes y asegurar la victoria en el campeonato.