No todos los días se ve a un equipo anotar 117 puntos en tres cuartos. Tampoco ocurre con frecuencia que el mismo sume 45 tantos en tan sólo un parcial. Esos y otros muchos datos sorprendentes deja un choque en el que si juegan los Warriors puede pensarse que lo hicieron ellos. Todo lo contrario. Los Thunder les ningunearon en el tercer partido de la serie hasta llegarles a ganar… ¡por 41! A falta de 1:13 para acabar el tercer cuarto, el marcador era 113-72. Al final, la diferencia bajó, pero también fue sonrojante. ¡133-105!
Los Warriors, que comenzaron el encuentro con un choque igualado (34-28 tras los primeros 12 minutos) no supieron encajar bien los golpes y no reaccionaron tras la primera escapada del conjunto de Billy Donovan. La diferencia en el electrónico, cada vez mayor (72-47 al descanso, tras un 32-7 de parcial del minuto 16 al 24), y los californianos, desesperados. Esa conclusión se saca viendo lo que le hizo Draymond Green a Steven Adams en una entrada a canasta.
Veremos si la NBA le suspende con un partido como hizo con Jones, de los Cavs, en el tercero contra los Raptors. El ala-pívot de Golden State, que tuvo un partido nefasto (hizo sólo 6 puntos y batió récords negativos con su equipo perdiendo por 43 con él en pista, desde 1997 nadie tenía un registro así), se defendió al final: ““Honestamente, no sabía que le había golpeado. Estoy seguro de que Adams quiere tener hijos algún día. No estoy intentando terminar con eso en la cancha de baloncesto. No tiene sentido”, destacó Green.
Adams no tuvo demasiadas secuelas y acabó con 8 puntos y 5 rebotes. El público del Chesapeake Arena enloqueció con unos Thunder, pletóricos. Durant, 33 puntos y 8 rebotes con un 10/15 en tiros de campo y 12/12 en libres. Westbrook, devastador con 30p, 8 reb y 12 asis, rozando el triple-doble. El equipo de Billy Donovan dominó el rebote (52 a 38) e igualó su mayor anotación en un partido de pos temporada. Curry, que metió 46 la última vez que visitó OKC, se quedó en 24 con 3/11 en triples. Klay Thompson, 18…y su equipo un -41 con él en pista.
¡Westbrook y Durant, determinantes!
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