“Un verano duro». Así ha definido la postemporada de los Miami Heat su presidente, Pat Riley, tras ver como Dwyane Wade fichaba por los Chicago Bulls. Riley tiene «un gran remordimiento» por no haberse involucrado más en la renovación de su gran estrella, que deja Miami después de 13 años.
La sinceridad del presidente de los Heat es enorme: «Lo que ha pasado con Dwyane me ha destrozado». Asegura que su marcha «no ha sido por dinero». El escolta ha firmado dos años y 47 millones de dólares en Chicago, cuando en Miami le ofrecían 40 millones por el mismo periodo.
«Fue por otra cosa, más mía que suya», admite Riley en declaraciones recogidas por el Miami Herald. «Él es nuestro activo, la estrella, el rostro de esta franquicia. Tendría que haber hecho todo lo posible, de palabra, para hacerle cambiar de idea o mostrarle un panorama general mejor, o uno que creyera que le podía ayudar. Y también darle dos cosas: ayudarle a acabar su carrera ganando y económicamente darle el dinero que él necesitaba y quería».
«Siempre he pensado en hacer el mejor equipo y también asegurarme de que Dwyane, en los tres, cuatro o cinco años que le quedan de carrera, recibiera su dinero. Pero no a expensas de frenar nuestra capacidad para ganar, y eso creo que es lo que le ha dolido. Si hubo algo que podría haber hecho mejor, lo habría hecho. Pero ya no hay marcha atrás. Le deseo lo mejor», concluye.
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