1974 supone un momento histórico en la NBA por, en realidad, una nimiedad en el proceso de selección conocido como Draft. Los jóvenes universitarios y, desde hace ya más de veinte años, con asiduidad también los de fuera de Estados Unidos llegan a la liga americana gracias a este proceso culminado en una noche en la que todos los equipos eligen nuevos jugadores en orden descendente según la clasificación (mediante una lotería con probabilidades). En aquel año tuvo lugar un suceso que volvió algo más rígidas las reglas de elección por un detalle emotivo pero que la NBA no permitió que llegara a buen puerto, llegando a censurarle.
El protagonista de la historia es Pat Williams. Que no es un cualquiera en la historia de la NBA. Tampoco en la del béisbol, el deporte que practicaba y que tuvo que dejar por una lesión grave. Se convirtió en uno de los directivos más importantes de la competición. Se retiró en 2019 después de una carrera llena de éxitos en la que ganó un campeonato siendo el mánager general de los 76ers (fichando a Erving y Malone y eligiendo a Cheeks para triunfar en 1983) y fue uno de los creadores de los Magic (siéndole ofrecido un puesto en el grupo que presionó a la Liga para otorgarle una plaza al equipo en la expansión de 1987). En ninguno de estos dos equipos, sin embargo, ocurrió lo que motiva esta historia del Draft NBA.
QUIZÁS TE INTERESE… | ‘¿Cómo funciona la lotería del Draft ahora mismo?’
Su etapa en los Hawks sólo duró un año pero tuvo dos momentos cruciales. Uno, traspasar a ‘Pistol’ Pete Maravich a unos Jazz en los que se convertiría en leyenda pese a no ser nunca campeón. El otro, lo ocurrido en el Draft de 1974.
En aquella época el Draft no es como en la actualidad, que consta de dos rondas largas para elegir a sesenta jugadores: eran diez rondas y se llegaba hasta 178. Williams tenía la opción de elegir en la 168ª posición tras escoger en las primeras a Tom Henderson (7º) y Mike Sojourner (10º). Bill Walton fue el elegido en la primera plaza. En la décima ronda las elecciones eran poco menos que papel mojado, ya que a partir de la segunda ronda pocos eran los que llegaban a jugar (en aquel año, 27 de los elegidos a partir de la tercera). Williams decidió tomarse la licencia de elegir a alguien no preparado para la práctica del juego: su bebé. Ese mismo día su mujer y él fueron agraciados con la llegada de un hijo y Pat quiso homenajear tal buena noticia drafteándole. La NBA no pasó por el aro pese al cálido detalle y vetó su elección, obligándole a elegir a otro jugador si no quería perder la opción. El que acabó llegando fue Brendy Lee, de la Universidad de Nebraska, que pese a ello no disputó ningún partido en la NBA.
-
Foto: Jesse D. Garrabrant / Getty Images
- Puntos de venta de nuestra revista
- Compra online de nuestra revista