En el mes de diciembre de hace ocho años, 2011, la NBA sufrió un episodio histórico con el jugador español más importante de la historia de la Liga, Pau Gasol, en mitad del mismo.
El traspaso que nunca se produjo se conoció años y años como un movimiento de veto de la propia NBA, aunque los protagonistas aclaren que no fue así. La campaña 2011/12 iba a empezar con retraso por el cierre patronal, el lock-out, y ésa fue la excusa perfecta para que los Hornets -ahora, los Pelicans- entablaran conversaciones con otros equipos para darle salida a Chris Paul, su jugador más representativo desde que fuera escogido en el Draft 2005 en la 4ª posición. Los Hornets consiguieron un acuerdo a tres bandas con los Rockets y los Lakers a cinco días de que empezara la nueva temporada, pero algo falló y todo quedó en un gran escándalo.
Gasol, Paul, Odom… Lo que el público conoció en ese momento
Chris Paul se iba a ir traspasado a los Lakers. Se iría a la franquicia de púrpura y oro con Kobe Bryant, que apreciaba su juego. Los Lakers, que estaban intentando reconstruirse tras el batacazo de ese año después de haber ganado dos campeonatos en los precedentes, mandaban a Pau Gasol a Houston Rockets. El tercer equipo que completaba el movimiento era New Orleans Hornets, que iba a recibir a Lamar Odom, Luis Scola, Goran Dragic, Kevin Martin y una elección de primera ronda del Draft 2012 procedente de los Rockets. No se concretó y se buscaron otras salidas.
Antes de que pasara una semana los Mavericks habían mandado a Lamar Odom a los Mavericks y Chris Paul había acabado en el otro equipo de Los Ángeles, los Clippers, con otros jugadores como Eric Gordon, Chris Kaman y Al-Farouq Aminu involucrados en el movimiento.
Stern, Kupchak… Lo que el público conoció días y años después
El movimiento tiene aristas que conviene conocer. Para empezar, quedó en el imaginario colectivo que la NBA fue la que vetó el traspaso porque era la dueña de los Hornets en aquel momento. Tras haberse involucrado con la situación del Huracán Katrina para que el baloncesto siguiera en Nueva Orleans y después de haber alternado con una Oklahoma City a la que llegaron los Sonics (y, años después, el propio Chris Paul), la Liga veía su política de relocalización de ciudades amenazada. ¿Por qué? Un empresario, Larry Ellison, quería comprar los Hornets y llevárselos a San José, una ciudad de California (estado donde ya hay varios equipos), algo que evitó la NBA ese mismo 2011 arrebatándoselo en una subasta. Es por ello que se ejerció control total sobre la franquicia.
Tras conocer las intenciones de los equipos, David Stern recibió un mail de Dan Gilbert, que a día de hoy sigue siendo propietario de los Cavaliers, exigiendo que ese traspaso, al ser dueña la NBA de una de las franquicias, fuera sometido a la votación de la Junta de Gobernadores.
Cuando se supo que el traspaso no se produciría, el portavoz Mike Bass salió a desdecir los rumores. «No es verdad que los propietarios hayan matado el acuerdo», dijo en referencia a David Stern, principal acusado del veto al ser el comisionado de la NBA. ¿Quién fue el responsable entonces? En mayo de 2017 Stern, ya fuera del cargo que ahora ostenta Adam Silver, habló largo y tendido sobre este tema en un pódcast, asegurando que Mitch Kupchak, mánager general de los Lakers en aquella época, era el que había echado a perder las negociaciones al no aceptar otros nombres sobre la mesa como Kyle Lowry u otra configuración del acuerdo y habiéndose apresurado a ‘colocar’ a Lamar Odom en los Mavericks sólo tres días después de lo ocurrido.
Pau Gasol se quedó en los Lakers, de donde salió en 2014 para irse a Chicago Bulls. Y Chris Paul nunca llegó a ser el base de Kobe Bryant en la NBA.
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