En su charla con Ibai Llanos, Pau Gasol tuvo tiempo para analizar distintos momentos de su carrera en la NBA, haciendo especial hincapié en cómo se terminó haciendo un nombre dentro de la liga.
El ala-pívot español recordó durante la misma algunos de los jugadores más duros contra los que se había enfrentado en una cancha de baloncesto. Estos fueron sus nombres escogidos:
«Ha habido varios jugadores a los que siempre les gustaba descentrarte. Había 2 o 3 jugadores que siempre intentaban intimidarte. Kevin Garnett era muy competitivo y le agradezco que haya dado su testimonio para la docuserie pero había jugadores como Clifford Robinson o Rasheed Wallace que hablaban mucho «trash» y que se motivaban mucho. Y luego estaba Reggie Evans que era muy tosco e incluso te pellizcaba durante los partidos. Casi me saca de mis casillas alguna vez»
Pau también habló sobre cómo ganarse el respeto en la cancha y los grandes duelos que tuvo ante algunos jugadores en concreto:
«Había que hacerse respetar y plantar cara. Diciendo aquí estoy yo. En una liga tan competitiva a veces si no pisas te pisan. Te tienes que hacer respetar dentro de la cancha y un poco esa fue mi idea desde el principio con Kevin Garnett. Él en los primeros partidos siempre estaba dándome con el hombro, hablándome… él era uno de mis ídolos pero si no ataco este jugador va a pensar que me puede comer cada partido. Así me fui ganando el respeto con mi juego, siendo agresivo y plantando cara. Al principio sentía la presión en los primeros partidos, pero luego lo que no iba a dejar es que la presión me alejase de jugar con los mejores y poder ser uno de los mejores. Sabía que iba a ser difícil. Simplemente tenía que ira a por ello y no dejar que nadie se interpusiese en mi camino»
«Recuerdo haber tenido muchas batallas con Garnett, Nowitzki o Duncan y esos días salía a dar el 120%. En 2006 cuando fue mi primer All-star Garnett me estaba esperando para darme la bienvenida, él ya lo había sido 10 veces. Yo estaba muy ilusionado y andaba pensando en si podría volver a estar. Y Garnett me dijo ‘no, tu mentalidad tiene que ser la de estar aquí cada año’. Se me encendió la bombilla de ver cómo pensaban otros jugadores y que me ayudaba a crecer como jugador y competir contra este tipo de jugadores. Me hacían mejores»
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