ESPN ha entrevistado a Kristaps Porzingis en el marco de la recuperación de la grave lesión de rodilla que arrastra desde inicios de 2018 y que se encuentra ahora mismo en su fase final.
El letón ha admitido en la conversación que la decisión de no jugar en la temporada 2018/19 ya había sido consensuada antes de empezarla con su círculo de confianza, su hermano y agente, Janis, y su fisioteraperauta, Manolo, y que al llegar a los Mavericks también lo consensuó con los responsables médicos y deportivos, algo por lo que está «agradecido».
«Por supuesto que quiero jugar. Tres meses después de la cirugía ya pensaba: ‘Bueno, yo creo que puedo jugar ya’. Ha estado en mi mente todo el tiempo», asegura, aunque igualmente admite que «realmente estoy orgulloso de mí por mantenerme pacientemente al margen y tomarme mi tiempo».
«Está siendo más duro de lo que yo me esperaba», dice: «Lo más duro es levantarme los días de partido, ir al entrenamiento previo y luego ponerme una chaqueta. Ahora odio las chaquetas por ello. Es lo más duro de esta situación». Por otro lado cree que tiene que volver «cuando esté al 110%, no antes».
Porzingis, jugador de los Mavericks desde hace más de un mes tras ser traspasado por los Knicks, deberá renovar su contrato si quiere seguir en el equipo, aunque parece que todo se encamina a ello. Ya habla de lo que espera del futuro: «El objetivo final es ganar el Anillo, pero primero hay que meterse en los ‘playoffs’: es una sensación que quiero experimentar».
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