Si alguien pensaba que Pablo Prigioni no tenía cuerda para la NBA se equivocaba. Los Ángeles Clippers han confiado en los servicios del argentino y le incorporan para la próxima temporada tras haber jugado la pasada entre los Knicks y los Rockets, promediando 4.1 puntos, 1.8 rebotes y 2.6 asistencias en 17.9 minutos desde el banquillo.
A sus 38 años sigue con ganas de jugar al baloncesto al primer nivel en la mejor liga del mundo y en uno de los equipos candidatos a todo el próximo curso en la Conferencia Oeste. Muchos rumores le situaron de vuelta a Europa, pero su sitio parece de momento que sigue pasando por Estados Unidos.
«Ni siquiera consideré elegir otro equipo o volver a Europa», aseguró. «Dije, quiero ir allí (a Los Ángeles). Este es un equipo perfecto», apunta el argentino, que quiere exprimir al máximo sus opciones de retirarse con un anillo de campeón de la NBA en sus manos.
«Es un equipo que tiene un grupo de chicos que llevan jugando juntos los últimos cuatro o cinco años», afirma a la web oficial de la franquicia. «Es un equipo perfecto para tratar de dar lo mejor y ayudar con todo lo que tienen que hacer», comenta el nuevo compañero de Chris Paul en la dirección de los Clippers.
Ambos junto a Austin Rivers competirán por contar con la confianza de Doc Rivers, que tiene tres opciones en la posición de base y que refuerza una a una todas las posiciones para renovar la plantilla y tener mayor profundidad de banquillo con un único objetivo: las Finales y el anillo de la NBA.
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