Ninguno de los 341 jugadores sometidos a pruebas de covid-19 ha dado positivo, según informaba la Liga este miércoles. Es un hecho, el de los cero positivos, que se ha repetido en todas las ocasiones durante la ‘burbuja’ creada en Disney, lo que está posibilitando que el plan de la NBA transcurra sin problemas. Sin embargo en el horizonte podría existir un factor de riesgo para preservar ese impoluto resultado de las pruebas: las visitas de familiares al complejo.
La NBA anunció hace unos días que permitirá visitas en el complejo desde las semifinales de conferencia. Es decir, a partir del día 31 de agosto familiares o amigos (aunque estos requieren de antecedentes, de cercanía, en su relación con los mismos, evitando así que personas que solo conozcan por redes sociales o a través de intermediarios accedan al complejo) podrán estar con los jugadores. Para ello, cada equipo clasificado para semifinales de conferencia (ocho en total, cuatro en el Este y cuatro en el Oeste) dispondrá de 17 habitaciones de hotel destinadas a invitados.
No obstante, los visitantes también deberán cumplir ciertos protocolos: deberán guardar cuarentena de siete días fuera del complejo (o de tres bajo supervisión de las franquicias) antes de poder tomar un vuelo privado con el que llegarán a Orlando. Una vez allí, en el campus de Disney, deberán estar otros cuatro días más de cuarentena antes de poder tener contacto con sus seres queridos.
Estas visitas tendrán un impacto también en los partidos. Los jugadores podrán invitar a una persona para los encuentros, con el añadido de otro pase extra para los niños (si su altura es inferior a 81 centímetros), de acuerdo a la información que facilitó la Liga. Eso sí, ninguno de los visitantes podrá salir de la zona habilitada en el campus para ir a los parques temáticos de las instalaciones, con el fin de controlar los riesgos.
Pese a que el plan se basa precisamente en el control y minimizar riesgos, la entrada de personas ajenas a la ‘burbuja’ plantea la duda de si los recurrentes negativos podrían cambiar a partir de septiembre, cuando coincidiendo con la disputa de las eliminatorias decisivas se permitirá el acceso ajeno al campus y los partidos.
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