Lleno de agradecimientos y emotividad estuvo el discurso de Allen Iverson en el Hall of Fame de Springfield.
El primero, para su madre que pidió una oportunidad a su entrenador en Georgetown, John Thompson, y se la concedió,“salvándome la vida». El segundo, para Larry Brown, su técnico en los Sixers:“Aprendí lo grandísimo entrenador que era… y acabé siendo MVP”. El grupo musical Tupac, Michael Jackson, la ciudad de Philadelphia y sus hijos también aparecieron en la lista de gratitudes.
The Answer asegura que “quería ser como Michael [Jordan]. Recuerdo la primera vez que jugué contra él. Salí a la cancha y le miré. Y, por primera vez, un ser humano no me parecía real”.
Además, dejó una curiosa anécdota con Tyronn Lue, campeón de la NBA como entrenador con los Cavs, rememorando el después de las Finales de 2001 entre Lakers y Sixers en la que ambos se vieron las caras.
«Recuerdo como después de esas series, fichó por Washington. Alguien estaba en la línea de tiros libres y le dije: ‘Mira, si no dejas de hacerme falta nos pelearemos fuera’.
Él dijo: ‘Lo que sea, lo que sea’ y le respondí: ‘La única razón por la que has conseguido cinco millones de dólares por año es por correr persiguiéndome’.
Me miró y dijo lo que yo habría dicho: ‘Gracias’. Desde entonces hemos sido así», concluye Iverson cruzando los dedos en señal de vínculo y unidad.
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