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El gran salto de Julius Randle: claves para entender su explosión

El gran salto de Julius Randle: claves para entender su explosión

Julius Randle es sin lugar a duda, uno de los hombres del momento en la NBA. Nikola Jokic, Joel Embiid o Stephen Curry son los favoritos al MVP para muchos aficionados. Sin embargo, si hablamos de mérito deportivo e impacto en la pista, en un equipo concreto y con menos estrellas alrededor, probablemente solo Curry esté a la altura de Randle. El ala-pívot de los Knicks ha conseguido en un año transformar a la franquicia neoyorquina que, por primera vez desde 2013, estará en Playoffs con ventaja de campo en primera ronda.

Julius, que llegó tras los fracasos de intentar hacerse con Kyrie Irving, Kevin Durant o Zion Williamson parecía un jugador que no daba para más. En su séptimo año en la liga, muchos pensaban que podía ser un buen jugador de rotación pero nunca un candidato a MVP. Es más, ¿sabéis de algún caso parecido? ¿Qué otro jugador en su séptimo año ha dado el salto cualitativo de Randle? La respuesta es, NINGUNO.

Leon Rose

Para entender su gran salto hay que tener en cuenta a tres personas muy importantes para él; Leon Rose, Tom Thibodeau y Kenny Payne. El primero, llegó a Nueva York en 2020 para ser el nuevo Presidente de Operaciones de los Knicks. A pesar de tener que acabar la temporada, sabía que los esfuerzos debían centrarse la próxima. Por eso, al ver que llegaba la pandemia y los Knicks no tenían que volver a competir, vio su gran oportunidad. Sabía que tenía seis meses para preparar a fondo el nuevo proyecto, mientras muchos competidores se batían en Orlando en una burbuja que se ha cobrado un precio físico y mental en muchos jugadores esta temporada. Se ha hecho famosa una cena que tuvieron él y Randle dónde le preguntó que es lo que necesitaba para ser una estrella. Randle respondió, “tráeme un entrenador que me responsabilice”. Y así llegó Thibodeau.

Tom Thibodeau

Tras el paso de Tom por Minnesota, donde fracasó pese a contar con una muy buena plantilla, mucha gente cercana a la NBA pensó que el próximo puesto de Thibs sería como asistente. Sin embargo, Leon Rose, su antiguo agente, confío en él para llevar a los Knicks. Si había alguien en la NBA que pudiese responsabilizar a Randle y obligarle a trabajar ese era él. Aun así, mucha gente lo vio cómo un favor a su antiguo cliente que no pasaba por un buen momento. Thibs, que nunca ha sido muy fan de la prensa, dejó que la gente hablase mientras él se dedicaba a trabajar y los resultados, le han acabado dando la razón.

Kenny Payne

A parte de Thibodeau y Rose, la tercera pieza de este puzle es Kenny Payne. Fue asistente durante el paso de Randle por la Universidad de Kentucky y cuando Julius supo del interés de Payne por dar el salto a la NBA, no dudó en hablar con él para convencerle de venir a Nueva York. Para mucha gente cercana a los Knicks, es el gran responsable de su impecable condición física esta temporada, que sólo se ha perdido un encuentro y ha promediado más de 37 minutos.

Trabajo

Pero, por muy buenas decisiones que hayan tomado estas tres personas, el gran salto de Randle no se entendería sin una palabra; TRABAJO. Trabajo, trabajo y más trabajo. Esa ha sido la fórmula de Julius para llegar al estrellato. Desde que comenzó la pandemia, ha dedicado muchas horas al baloncesto. Durante la cuarentena procuraba entrenar tres veces al día, enfocándose prioritariamente en su tiro exterior. Cuentan las leyendas de la Gran Manzana que si te acercas al pabellón de entreno de los Knicks por la noche siempre verás a tres personas: el conserje, Thibodeau y Randle. Cada uno a lo suyo, pero siempre esforzándose por mejorar.

El gran salto

Randle ha mejorado todos los aspectos estadísticos del juego durante esta temporada. Nunca había disputado tantos minutos y eso se ha transformado en un crecimiento exponencial. Promedia más de 24 puntos y 10 rebotes. Pero, si hay que resaltar dos mejoras en su juego, estas son el tiro de 3 y la capacidad de generar para sus compañeros.

Él nunca había sido un especialista en el tiro de larga distancia. Durante sus primeros tres años en la liga promedió un 25% desde más allá del arco y no llegaba al intento por partido. Esta campaña, ha sobrepasado el 41% de acierto y lanza 5,5 veces por encuentro. Su otra gran mejora ha sido en el apartado de las asistencias. Nunca fue un gran pasador y muchos scouts pensaban que era una faceta que no podría mejorar. Sin embargo, este año ha dado 6 pases de canasta (su mejor marca hasta la fecha eran 3,6 en la 16-17). El mejor ejemplo de esto se pudo observar durante la prórroga que su equipo disputó hace unos días frente a Charlotte. Randle, que había disputado más de 38 minutos estaba bastante fatigado y falló sus primeros tres lanzamientos. Sin embargo, lejos de venirse abajo, siguió pidiendo el balón al poste abajo y fue capaz de dar 4 asistencias que aseguraron el triunfo de los Knicks.

La historia de Randle es posiblemente la más excitante de esta temporada. Viviendo en Nueva York, me he podido dar cuenta de cómo ha cambiado la narrativa a su alrededor. Un amigo mío, que estaba desesperado al ver que Julius era la pieza elegida tras los fracasos de Durant o Zion, me dijo tras su fichaje que iba a dejar de apoyar a los Knicks. Sin embargo, ahora parece el fan número 1 de Randle, lleva su camiseta cada vez que su equipo juega y piensa que subidos a su espalda, los Knicks tienen opciones de final de conferencia. Esta es la gran magia del basket.

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