Derrick Williams es justo una de las piezas que más podrían necesitar los Wolves, sobre todo después del anuncio oficial de Ricky Rubio de jugar en la NBA. El alero formado en la universidad de Arizona es un arma ofensiva de mucho peligro, que goza de buenos porcentajes de tiro tanto en posiciones interiores como desde más allá de la línea de tres puntos. De este modo, Love y Beasley tendrán una persona apoyando por dentro y Ricky Rubio un jugador abierto para mandarle el balón cuando las opciones de tiro y pase sean limitadas. Un arma perfecta para el crecimiento de un equipo que siempre promete pero que nunca acaba de explotar.
Un verdadero todoterreno
«Voy a esforzarme al máximo para dar todo lo que tengo a este equipo que ha confiado en mí. Pienso ayudar en lo que se me pida y aplicarme sin importar el rol que me den o la posición en la que me sitúen». Palabras sabias de un jugador de esos considerados ‘coachable’, que no dudó en faltar a su intención de jugar para USC cuando se enteró que el entrenador Tim Floyd no estaría al mando y recaló rápidamente en Arizona. Desde luego, un jugador con sus posibilidades es de ayuda en cualquier equipo, pero lo mejor es su ética de trabajo. «Me encantaría ser titular y voy a trabajar duro desde el primer día para conseguirlo. Sé que hay muchos jugadores en la posición de ‘tres’ y de ‘cuatro’, pero ahí está la gracia de la NBA.
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