La lucha por los playoffs en el Este está al rojo vivo. Los Detroit Pistons ocupan en este momento la octava plaza que le enfrentaría en este momento a los Cleveland Cavaliers. La afianzaron aún más tras vencer a los Charlotte Hornets esta pasada madrugada (112-105) y aprovechando la derrota de los Wizards ante los Minnesota Timberlwolves en su propio pabellón (129-132, tras dos prórrogas).
Un notable Ricky Rubio (13 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias, aunque con 4/12 en tiros de campo) quiso echar un ‘cable’ a su amigo Pau Gasol consiguiendo un triunfo ante un rival directo de los Chicago Bulls para intentar dar caza a los Pistons. Con su victoria, sobreviviendo en dos ocasiones (los locales tuvieron dos tiros claros de Bradley Beal (26 puntos y 4/7 triples, que falló para haber ganado el choque antes de cada tiempo extra) los Wolves se llevaron su segundo triunfo consecutivo. Desde febrero no lo conseguían.
Con un Karl-Anthony Towns de nuevo a un gran nivel (27 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias, metiendo además la canasta que ponía 3 arriba a su equipo antes de la jugada final) los de Sam Mitchell ganaron su 12º de la temporada fuera de casa y dejaron hundido a John Wall (22 tantos y 16 asistencias): «Es bastante devastador. Sabíamos lo importante que era, quizás, el partido del año».
Su entrenador, Randy Wittman, fue más claro aún en las explicaciones: «Perdimos el partido en el primer tiempo. Salimos sin intensidad en defensa y permitimos que ellos se sintieran cómodos». Esa seguridad en ataque la plasmaron los Wolves en el tiro libre (22/22). Además, Markieff Morris salió lesionado por los locales en el primer cuarto y no volvió a jugar. El que si lo hizo fue Marcin Gortat (19+14) que falló dos lanzamientos clave para forzar la tercera prórroga. Los Wizards se quedan a 3 partidos y medio ya de los Pistons.