Los Timberwolves visitaban el Staples Center de Los Angeles para medirse a los Lakers en un partido prácticamente intrascendente. Con los dos equipos prácticamente de vacaciones -solo los visitantes apuran sus mínimas opciones de playoffs-, los focos del partido iban a parar a otra parte. El choque servía para rendir tributo a una leyenda angelina, Shaquille O’Neal, cuya estatua a la entrada del pabellón se inauguraba con una ceremonia por todo lo alto.
El conjunto de Luke Walton no podía empañar un día grande para la franquicia con una derrota, y batían a los de Minnesota por un marcador de 130-119, tras un partido muy igualado que se decidía en el tiempo extra. Los de Thibodeau acumulan cuatro derrotas consecutivas, y la buena racha encadenada tras el parón por el All-Star ya es historia.
Una situación que convierte el gran mes de Ricky Rubio en anécdota. «Me siento cómodo, estoy en un momento dulce, pero si no acompañan las victorias no sirve para nada», afirmaba tras el encuentro al periodista de EFE Antonio Martín. «Tras cuatro derrotas seguidas queríamos jugar duro y mostrar carácter. Lo hicimos un poco, pero los partidos duran 48 minutos. Hemos perdido muchos partidos así esta temporada», concluía.
Ricky volvía a dejar su sello en Los Angeles, firmando otro doble-doble. El español finalizaba el encuentro con 19 puntos (5/13 en tiros de campo, 1/5 en triples y 8/8 en tiros libres), 3 rebotes, 15 asistencias y 3 recuperaciones. El internacional se colaba además en el Top-10 de la noche NBA gracias a una increíble asistencia: por detrás de la espalda desde su propia canasta. Dale al play y no te pierdas la jugada y lo mejor de su encuentro.
https://youtu.be/pNfqW0vqraw
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