El 28 de octubre, con unos espectaculares 28 puntos y 14 asistencias en la victoria inicial de la temporada ante Los Ángeles Lakers, Ricky Rubio ponía el listón muy alto en cuanto a su tope anotador para este año. Tanto que ha tardado más de cuatro meses en aproximarse a esa cifra, que no superarla. Lo hizo en la derrota de su equipo, por 98-104, ante los Washington Wizards en Minneapolis.
El internacional español, que pudo con un irreconocible John Wall (14 puntos y 12 asistencias, con 6/18 en tiros de campo y 0/3 en triples) se fue hasta los 22 tantos. Su segunda mejor marca anotadora de la temporada se vio certificada con un 8/9 en tiros libres y 2/3 en triples. En tiros de dos estuvo algo peor (4/11) pero dio seis asistencias y su equipo con él tuvo un +10 en cancha.
Está claro que en la derrota de su equipo tuvieron que ver, y mucho, los 10 minutos que Ricky estuvo en el banquillo. Y eso que los Wolves tuvieron a Zach LaVine (21) en buenos números. También fue esencial la aparición de Bradley Beal. El alero de los Wizards le dio la cuarta victoria consecutiva a su equipo con 26 puntos (10/15 en tiros) y una determinante aportación en el último cuarto desde el 6,75.
Que el ‘3’ de los Wizards pudiera estar a ese nivel es algo que los Wolves podían incluso esperar. Algo que no entraba en el ‘scouting’ de Sam Mitchell era la aportación de Alan Anderson. El ex del Barça se fue hasta los 18 tantos (4/7 en triples, 7/11 unido con Beal desde el 6,75 y un +23 su equipo con él) y fue el absoluto factor x de su equipo. Tras caer por 27 puntos ante Dallas, Los Timberwolves cosechan su derrota número 42 del curso.
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